Prueba: BMW Serie 2 Active Tourer 218d Luxury



Como ya dijimos en la toma de contacto, BMW ha tardado mucho en comercializar un monovolumen compacto, pero si ha tardado tanto, es porque han querido fabricar el mejor monovolumen compacto. ¿El resultado?, pues aquí tenemos el nuevo BMW Serie 2 Active Tourer y la unidad que probamos nosotros fue el 218d con el excelso acabado Luxury.


La verdad es que para ser la primera incursión en este segmento, a los chicos de BMW les ha quedado un vehículo realmente atractivo, además de mantener el ADN de la marca de Munich.


Se trata de una carrocería ciertamente compacta ya que tan sólo cuenta con 4,34m de longitud. Utiliza la misma plataforma que el Mini, con una distancia entre ejes de 2,67m y aun así, el espacio está extremadamente bien aprovechado ya que con 468l de maletero, tiene una capacidad de carga mayor que el X1 de 420 l y casi alcanza los 495 de todo un Serie 3 Touring, que mide 4,62m de largo. Impresionante ¿verdad?.


La habitabilidad interior también es bastante sorprendente, ya que en las plazas traseras, los ocupantes tienen unos milímetros más para las piernas que en todo un Serie 5, lo que es mucho decir, teniendo en cuenta que es bastante más grande.


También han tenido en cuenta el hecho de que un vehículo con pretensiones familiares tenga una modularidad y una practicidad a la altura de las circunstancias y por todo el habitáculo contamos con huecos portaobjetos de diferentes tamaños, la posibilidad de dividir el maletero en secciones por medio de listones diseñados al uso (opcionales), desplazar la banqueta posterior para aumentar el espacio en el maletero o el espacio para los pasajeros e incluso, abatir los asientos posteriores por medio de un cómodo y simple sistema de correas.

Pero no todo está pensado para el uso y disfrute de los pasajeros, ya que el conductor también tiene muchos motivos para disfrutar conduciendo el Active Tourer.

La unidad que nos cedieron para la prueba estaba muy bien equipada y como a mi me gusta el mundo del lujo, el acabado Luxury cumplía con todas mis expectativas. Las excelentes butacas contaban con una gran sujeción para el cuerpo y además de contar con reglajes eléctricos en la posición del conductor y de ser calefactadas, estaban tapizadas en cuero Dakota perforado que le aportaba al Active Tourer una atmósfera muy cálida y agradable.


También contaba con unas molduras interiores en madera noble que combinaban a la perfección con los tonos claros del habitáculo. Pensaba que eso de la madera en los coches ya se había pasado de moda, pero creerme; el resultado es espectacular y además, los materiales plásticos utilizados son de primerísima calidad y todo el interior goza de una terminación y unos ajustes impecables.


Pero vamos con el puesto de mando. Como es habitual en la marca, el salpicadero está ligeramente orientado al conductor, por lo que tenemos todos los mandos a mano. No obstante el volante de cuero multifunción aglutina todo lo imprescindible, como el volumen del equipo de sonido, los mandos del Bluetooth y algunas funciones del ordenador de a bordo y el control de velocidad. Un pequeño inciso; el tacto del volante, al igual que su tamaño, me pareció de lo mejorcito.


Para las demás configuraciones del vehículo, contamos con el selector i-Drive en la consola central, que con el paso de las generaciones de BMW que lo montan, se va haciendo más simple e intuitivo. Esas configuraciones las visualizaremos en la pantalla táctil de 6,5" y con una calidad de imagen muy buena, que también hace las veces de navegador si así lo deseamos.


Nuestra unidad también contaba con una tecla "mágica" de la que os hablaremos más adelante en este artículo, que tenía las inscripciones Eco-Pro y Sport. 

La dotación de serie es muy extensa desde el acabado básico, al que le siguen otras terminaciones con aditamentos exclusivos y personalizados según lo que demande el comprador. Tenemos el Advantage, Luxury (el que ilustra estas imágenes), Sport y M-Sport, que es el último en llegar y está orientado para los clientes que demandan una estética y un comportamiento más deportivo, al estilo de los productos Motorsport de la marca.


Desde el acabado básico podemos contar con elementos como climatizador bizona, tapicería de cuero, sensores de luces, lluvia y aparcamiento delanteros y traseros con cámara de asistencia trasera, techo solar panorámico, navegador, faros con tecnología Led, control de velocidad con asistente de frenada de emergencia, lunas tintadas, apertura eléctrica del maletero y sin contacto, apertura y arranque FreeKey, volante calefactado, HUD (Head Up Display), asistente de cambio involuntario de carril, equipo de sonido Haraman Kardon o llantas de entre 16 a 18", entre otras cosas.


Es muy confortable viajar en el Serie 2 Active Tourer, pero para viajar hay que moverse y eso mismo es lo que hicimos nosotros para comprobar las virtudes y los defectos del comportamiento de este monovolumen.

Su plataforma está compartida con la del nuevo Mini como hemos dicho al principio pero, ¿se comportará tan sumamente bien como el nuevo Mini?.

Para empezar, es la primera vez en la historia de la marca que fabrican un vehículo de tracción delantera y además, hay que tener en cuenta que estamos hablando de un monovolumen compacto, por lo que sus cualidades dinámicas no deberían ser tan buenas como las del pequeño Mini.

Sólo os voy a decir que quizás no lo sean, pero el BMW Serie 2 Active Tourer tampoco se comporta como un monovolumen normal y corriente.


Iniciamos la prueba realizando un recorrido por las calles de nuestra ciudad. En ese momento nos acordamos del pulsador "magico" y activamos el modo Eco-Pro. De esta manera, el BMW suaviza sus formas y optimiza el funcionamiento de la mecánica y de la caja de cambios para obtener unos consumos frugales, ayudados también por el sistema Start/Stop que monta de serie. El ordenador de a bordo nos aconseja cambiar lo antes posible y rodando a ritmo de urbe, en la marca aseguran unos consumos homologados por ciudad de tan solo 4,8 l/100 Km para el motor del 218d motivo de nuestra prueba. Si hablamos en ciclo mixto, se nos quedarían en unos frugales 4,1 l/100 Km. Es un buen coche para circular plácidamente por la ciudad y su contenido tamaño es perfecto a la hora de encontrar aparcamiento.


Salimos a carretera y activamos el modo Confort, que es el que siempre está disponible por defecto al arrancar. La respuesta del motor ya no está limitada y el Active Tourer se mueve de manera muy confortable. Las suspensiones ofrecen el compromiso perfecto entre confort y estabilidad y el sonido procedente del exterior se limita al rumor del viento deslizándose alrededor de la carrocería. Es perfecto para realizar una conducción relajada a velocidades coherentes con el tipo de vía por la que circulemos.


Nos dirigimos a nuestra carretera de pruebas preferida. Activamos la última posición de ese pulsador que es el modo Sport, ¿pero en serio que este modo sirve para algo en un monovolumen como este?. No sé; solo sé que en el momento en el que activé ese modo y acaricié el pedal del acelerador, mi espalda y mi cuello se adosaron al respaldo, las revoluciones empezaron a subir vertiginosamente hasta la zona roja y los rotos de la carretera empezaron a dejarse sentir con mayor nitidez en mis posaderas. ¿Será posible?.


Afronto un tramo con curvas cerradas de diferentes grados, cambios de rasante y escasa visibilidad. El tacto de la dirección se había endurecido y ahora se mostraba más incisiva y comunicativa. Las suspensiones se habían acondicionado a las circunstancias y en ningún momento me dio la impresión de que el conjunto cabecease más de lo normal, es más; en ningún momento me dio la sensación de inseguridad que suelen dar este tipo de carrocerías en una conducción deportiva. El aplomo era brutal y el tacto de los frenos se dosificaba de una manera perfecta y no tenían pinta de desfallecer repentinamente.


Soportaba los cambios bruscos de dirección con mucha entereza y realmente parecía que estaba conduciendo un compacto más que un alto y "torpe" monovolumen. El motor pedía guerra y el par disponible en todo momento, hacía de las recuperaciones y las aceleraciones, una situación memorable digna de todo un Serie 1, a priori, mucho más ágil, con la salvedad de que en esta ocasión no debíamos redondear las curvas a base de gas para provocar un ligero sobreviraje, aunque el Active Tourer tampoco nos asustó con ningún subviraje traicionero por ir demasiado "sobrados".


Sin lugar a dudas; su comportamiento no se puede comparar al de un "juguetón" Mini, pero tampoco se asemeja a nada de lo que yo haya conducido en este segmento y es más; ni siquiera a algunos de los compactos y utilitarios que han pasado por nuestras manos. Es simplemente de otro planeta.


La mecánica que montaba nuestra unidad era un 2.0 diésel con 150cv y 330Nm de par máximo que, previsiblemente, acaparará el mayor volumen de ventas en nuestro país. La velocidad máxima que puede alcanzar con este motor es de 210 Km/h y acelera de 0-100 Km/h en tan solo 8,9 segundos.


También existen (y existirán) otras mecánicas como el acceso de gama 216d de 116cv y soluciones Efficients Dynamics que atesora un consumo de tan solo 3,8 l/100Km, y el 220d de 190cv. En versiones alimentadas por gasolina, comenzamos con el 218i de 136cv, seguimos con el 220i de 192cv y por último contamos con el 225i de 231cv, a la espera de la llegada de una más que posible versión M potenciada.


Tanto el 225i como el 220d, se pueden elegir con tracción integral xDrive y la transmisión puede ser manual de 6 relaciones o automática Steptronic de 8 velocidades, según versiones.


El BMW Serie 2 Active Tourer me ha sorprendido a todos los niveles
, pero sobre todo a la hora de conducirlo.


Para ser un monovolumen, se comporta como un compacto y las derivas que se le suponen a vehículos con estas características, quedan totalmente neutralizadas por el excelente trabajo de las suspensiones, sobre todo si tenemos activado el modo Sport, y el aplomo con el que se mueve es digno de mención aunque creo que el chasis del Mini tiene algo más que ver en el excepcional comportamiento del Active Tourer.


El motor diésel de 150cv, será uno de los más demandados por su frugalidad, por su potencia y por su uso cotidiano, pero yo me quedo con sus reacciones. La potencia es suficiente sí, pero el par de 330Nm le permite ciertas licencias que no podríamos realizar con otros vehículos. Las recuperaciones son fulminantes y la instantaneidad con la que reacciona el motor a poco que lo demandemos desde el pedal del acelerador, me entusiasmó.


La convivencia en el interior también la podría considerar de manera excelente. Nuestro acabado Luxury tenía todo lo que cualquier ser humano necesitaría para conducir de manera plácida y confortable, además de ofrecernos una imagen cálida y una sensación de solidez que muy pocos coches pueden igualar. Luego entramos en el tipo de cliente y la personalidad de cada uno a la hora de elegir la terminación, pero ya sea en el acabado básico, como en el M-Sport, los interiores nos ofrecen una gama de materiales y ajustes de primer orden.


¿Tiene defectos?. Pocos. La verdad es que si en BMW han tardado tanto en sacar al mercado un coche como este es porque no quieren dar puntada sin hilo y durante mucho tiempo han estado observando a la competencia para detectar los errores y no cometerlos ellos, así que el Active Tourer es quizás uno de los más recomendables monovolumenes del mercado.


Vale; que tampoco os quiero "vender la moto" y tengo que decir que es más caro que la mayoría de sus rivales, con excepción del Mercedes Benz Clase B, pero es que ambos entran en una categoría Premium a las que otras muchas marcas no sueñan ni acercarse y eso tiene un precio.


También podría meterme con la línea continuista de sus diseños, tanto exteriores como interiores y a pesar de que a mi me gustan, es cierto que ya va siendo hora de dar un golpe de efecto y "tirarse a la piscina" en alguno de estos aspectos.


La situación de algunos mandos auxiliares igual me parecieron poco intuitivos y el i-Drive, a pesar de estar simplificado respecto a sus predecesores, aun tiene muchas funciones y menús, que será mejor que "juguemos" con ellos mientras estemos parados, ya que nos podrían distraer muy fácilmente.

El Active Tourer, generalmente, nos ha parecido un gran coche. Es atractivo, es versátil, está muy bien acabado, es dinámico, con ciertos tintes deportivos, un buen vehículo familiar y además con cierto toque de clase. Digamos que lo podríamos considerar el yerno perfecto.


Datos técnicos:

Motor: 2.0 diésel
Potencia: 150 cv
Vel Máx: 208 Km/h
Acel 0-100: 8,9 seg
Cons: 4,1 l /100 Km
Precio: Desde 31.100 euros (versión probada)


Como habéis podido ver, hay algunas imágenes que no se corresponden con nuestra unidad de pruebas, pero os hacéis una idea. 

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