Prueba: Hyundai i40 CW 1.7 CRDi BlueDrive
Hace unos años cambié de coche por un "pequeño" incidente que tuve con mi queridísimo Seat Leon y un autobús. Mis premisas eran: que tenía que ser de gasolina, con portón trasero y un maletero suficiente y a partir de ahí, estaba abierto a todo tipo de opciones y marcas.
Barajé varias posibilidades y me patee concesión por concesión buscando el coche que se adaptase a mí. Sabéis, los que me conocéis o por lo menos, los que soléis leer las pruebas dinámicas, que normalmente me caracterizo por buscar el porqué del vehículo que probamos y también por sacar los "fallos" que bajo mi valoración subjetiva y que probablemente sea la de muchos usuarios, tiene cada unidad que nos prestan amablemente. Pero en aquella ocasión me mostraba aun más crítico, ya que el coche era para mí en concreto y no para potenciales clientes, como digo en la conclusión de cada artículo.
El caso es que, o bien por el precio, o bien por configuración, o bien por..., porqué no decirlo; la ignorancia y la poca psicología de algunos comerciales con los que me topé, no acababa de encontrar un coche que se ajustase del todo a lo que yo quería.
Entonces me fui a una de esas marcas que, por desgracia aun hoy, mucha gente rehuye porque no es una marca ni europea, ni japonesa, ni americana. Esa marca es Hyundai.
Adquirí un i30 CW con motor de gasolina y 132cv, un equipamiento extensísimo, un maletero amplio, con un comportamiento dinámico suficiente y un precio bastante más ajustado que la mayoría de la competencia con menor dotación de serie y la gente de mi alrededor se echó las manos a la cabeza en cuanto me vieron con él.
La pregunta fue: - a ti que te gustan tanto los coches y "entiendes" tanto ¿y te compras un Hyundai?-. La respuesta es sencilla: - pues precisamente por eso...-
No me entendáis mal; lógicamente me gustan muchas marcas y entre mis predilectas se encuentran por ejemplo, Seat, Alfa Romeo, Mazda, BMW, Audi, Porsche... (coincide que son europeas o japonesas sí, pero es casualidad), solo que en aquel momento no me ofrecían lo que yo buscaba y en el caso de Porsche, realmente sería un sueño acceder a un coche así... y compré mi coche más con la cabeza que con el corazón, además que la economía no estaba para tirar cohetes...
El caso es que después de casi seis años y casi 80.000 Km, es un coche que me ha producido una gran satisfacción y sobre todo; cero dolores de cabeza.
Cuando al empezar el año me dieron una lista de vehículos a probar durante las próximas semanas; elegí el Hyundai i40 como una de las primeras alternativas, porque quería comprobar el salto cualitativo y cuantitativo que ha experimentado la marca en estos 6 años en las que poco a poco ha ido renovando toda la gama. Es un coche que ya lleva cierto tiempo en el mercado y que cuenta con muchas actitudes para "pelearse" con lo más granado del segmento. Ahora os desvelaremos todos sus secretos.
No es una novedad como tal, pero sus líneas de diseño están totalmente actualizadas y son bastante originales si tenemos en cuenta el "clasicismo" que se suele estilar en este segmento.
La carrocería que tuvimos la oportunidad de probar era la de mayor orientación familiar denominada CrossWagon y difiere bastante de lo que nos han ofrecido los diseños históricos de este tipo de carrocerías, tan cuadriculados y con un voladizo trasero bastante considerable.
El i40 tiene una vista lateral de líneas muy suaves y relativamente redondeadas, en donde el diseño de los faros un poco más afilados, rompen un poco con esa tónica y le confieren un poco más de originalidad. También contamos con una línea lateral ascendente que le aporta un toque dinámico que no suelen aportar este tipo de berlinas familiares con trazos más planos y rectilíneos.
En la zaga nos encontramos con una caída del techo suave y prolongada, con un enorme portón de maletero cuya boca de carga se sitúa bastante baja, lo que nos permitirá colocar cargas pesadas sin tener que realizar mucho sobre-esfuerzo.
Este maletero cuenta con una muy lograda capacidad de carga con 553 litros sobre una superficie plana y muy aprovechable, sino por altura, sí por anchura y profundidad. También tenemos la opción de abatir los asientos traseros en 40/60, por si alguna vez tenemos que transportar algo más alargado o más voluminoso.
El "cockpit" del conductor, también destaca por una calidad de acabados suficientes, con buenos ajustes y una combinación de plásticos duros y blandos con un tacto agradable, además de contar con el volante multifunción y el pomo de la palanca de cambios tapizados en cuero.
Como es costumbre en la marca asiática, el cuadro de mandos se sitúa sobreelevado, de manera que todos los mandos queden accesibles y a la vista, dejando un espacio en la parte inferior, que en este caso, han aprovechado para colocar un hueco porta-objetos con tapa, en donde también se ubican unos prácticos conectores USB y una toma de 12V. Bajo el reposa-brazos central, también nos encontraremos un cofre enorme donde vaciar nuestros bolsillos, dejar una botella de agua o lo que se nos pase por la cabeza, ya que casi nos cabe el brazo entero...
La capilla de relojes nos ofrece una información muy legible al primer golpe de vista, apoyados con una pantalla digital LCD con otro tipo de información adicional procedente del ordenador de a bordo, que podremos configurar a nuestro antojo.
El volante aglutina varios mandos para que no tengamos que apartar las manos en ningún momento, aunque hay algunos como los referentes al Bluethooth por ejemplo, cuya situación no es la más cómoda para su activación, o ya dentro de lo que es el cuadro de mandos; también existen algunos botones un poco a desmano, como el que activa los tres modos de dureza de la dirección con tres niveles: Confort, Normal y Sport. Pero en general, el diseño y la ergonomía de ese cuadro de instrumentos está muy bien estudiado y es lo suficientemente simple, como para que no tengamos que apartar en ningún momento la vista de la carretera y entendamos todos los parámetros al primer golpe de vista.
Tanto el equipamiento de serie como el disponible de manera opcional, es una de las bazas con las que juega el i40, además de por diseño, capacidad o precio. Entre otras cosas, podemos contar con navegador con pantalla táctil, climatizador bi-zona, asistente de arranque en pendientes, asistente de cambio involuntario de carril, dirección asistida con tres niveles de dureza, detección de presión de neumáticos, asientos calefactados, tapicería de cuero, ordenador de a bordo, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara trasera de apoyo, control de velocidad de crucero..., siendo la mayoría componentes de la dotación de serie desde el acabado más básico que es el Klass, pasando por el Tecno y hasta llegar al Style que sería el más completo.
El comportamiento general es muy satisfactorio. El bloque 1.7 CRDi no es muy rumoroso y el interior está muy bien aislado. Nuestra unidad de pruebas alcanzaba los 136cv con 325 Nm de par máximo, que son más que suficientes para mover con soltura los 4,77m y los 1495 Kg de coche que tenemos entre manos. Estaba asociada a una caja de cambios manual de 6 relaciones, con desarrollos especialmente largos para favorecer el consumo y las emisiones.
Existe también una opción con el mismo bloque motor, pero esta vez de 115cv asociada siempre a la caja manual y el de 136cv podemos elegirlo sin las soluciones que lo hacen más "eficiente" y en ese caso, lo podemos adquirir con una caja automática también de 6 relaciones si así lo deseamos.
Esa mecánica actúa de forma progresiva pero mantiene una aceleración constante y contundente a partir de las 2.000 rpm hasta bien pasadas las 4.000 vueltas. Es una mecánica "tranquila" pero no exenta de fuerza a la hora de realizar adelantamientos de la manera más rápida y con la marcha ideal. Si no mantenemos la marcha idónea y el motor en la zona "dulce" de la gama de revoluciones; el i40 se verá penalizado por su peso en cuanto a recuperaciones se refiere, a pesar de una buena cantidad de par disponible debajo de nuestro pedal. Eso sí, cuando llegue a esas mágicas 2.000 vueltas, el i40 recupera con cierta facilidad.
En cuanto al comportamiento dinámico, también nos resultó un coche muy coherente respecto a sus características. En autovías y carreteras convencionales es donde el i40 nos ofrecerá una conducción plenamente placentera, sin ruidos parásitos y con un confort de marcha perfecto, ya que el esquema de suspensiones elegido absorbe muy bien las irregularidades de la vía y el tarado elegido es tirando a blando, pero sin que por ello tenga que perder la compostura en zonas viradas.
Esas suspensiones sujetan muy bien el conjunto en cualquier situación sin hacer que se balancee en exceso, aunque forcemos un poco la situación o entremos pasados en alguna curva. En ese caso, la electrónica enseguida hará acto de presencia para neutralizar las posibles pérdidas de trayectoria (provocadas o no...), por lo que podemos atestiguar que se trata de un coche especialmente "cuidadoso" y seguro para sus ocupantes.
La dirección se nos mostraba siempre muy directa aunque filtraba demasiado lo que ocurría debajo de los neumáticos, que por cierto; eran de baja resistencia a la rodadura, además de que nuestra unidad contaba con algunas soluciones más para alcanzar una cifra de consumo de tan solo 4,5 l/100Km homologados. No está mal para un coche de tamaña envergadura y peso, con el que podremos acelerar de 0-100 Km/h en poco más de 10 segundos y alcanzar una máxima de 200 Km/h...
Conclusión final.
El Hyundai i40 es un gran coche para las familias modernas. Por diseño, se diferencia sobre las demás berlinas con este tipo de carrocerías, ya que en este caso, las líneas son más modernas y fluidas, aportando un toque de originalidad al segmento de las berlinas medias familiares.
La habitabilidad es muy buena en todas sus cotas y gracias a una batalla de 2,77m, los ocupantes de las plazas posteriores tienen mucho espacio para las rodillas y también en anchura, aunque si hablamos de altura, las personas de más de 1,80m se acercarán a rozar el tapizado del techo.
El maletero es muy aprovechable y cuenta con una boca de carga baja, además del enorme tamaño del portón, lo que facilita mucho su acceso.
La postura de conducción ideal se encuentra bastante rápido y las butacas delanteras se acoplan y sujetan nuestro cuerpo "serrano" a la perfección. Tiene regulación lumbar, pero según el acabado que escojamos, también pueden ser calefactados y/o de cuero.
El cuadro de mandos es simple y muy legible. Todo se encuentra a mano del conductor, con excepción de algunos botones irrelevantes, pero que deberían estar más accesibles, aunque en general; la información y la ergonomía están bastante logradas.
Los materiales utilizados son de calidad media alta y los ajustes en el interior son también bastante buenos. El equipamiento disponible desde el acabado más básico es extenso y una de las mejores bazas con las que juega el familiar coreano, ya que ofrece mayor dotación de serie por el mismo precio que sus competidores directos.
Y en cuanto a conducción general; el Hyundai es un coche ciertamente satisfactorio. Su dirección es directa, su esquema de suspensiones está estudiado para ofrecernos un confort de marcha sin concesiones y su motor destaca por su voluntariedad y unos consumos ajustados. Además, se nos muestra como un coche seguro ya que la electrónica hace acto de presencia cuando el coche detecta el mínimo atisbo de que la situación se puede ir de las manos.
!Basta ya de prejuicios!. Hyundai es una buena marca que lleva "peleando" varios lustros contra las ya consolidadas europeas y americanas con mucho más renombre. En todos los segmentos nos ofrece calidad, equipamiento y diseño, pero a un precio más bajo, sin menospreciar a la seguridad y eficiencia de sus motores, que a pesar de no estar a la última en soluciones técnicas, son extremadamente fiables y nunca nos proporcionarán "dolores de cabeza" ni visitas frecuentes al servicio técnico.
Es un coche más racional que pasional, pero... ¿cuantos compran el coche solo por el corazón?. Señores; utilicemos la cabeza...
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