Prueba: Mitsubishi Outlander 220 DI-D 2WD Motion

Muchos de vosotros diréis que esta prueba ya la hicimos en su momento y que nos empezamos a repetir. Pero nada más lejos de la realidad.


La prueba que hicimos hace unos meses era sobre el Outlande PHEV, un todo-camino híbrido que utilizaba la electricidad como fuerza motriz y que solo utilizaba el motor de combustión en casos puntuales en el que podíamos reclamar más potencia o cuando se le estaba agotando la "pila".
Tenía tres motores, tracción total, 200cv, un consumo ridículo de 1,9 l/100 Km en ciclo combinado, un equipamiento extensísimo y una tecnología más propia de un vehículo experimental que de una unidad de calle.

El Outlander que os vamos a mostrar hoy tan solo comparte con aquel la carrocería y el diseño del interior, porque por lo demás; es el modelo más diametralmente opuesto de la gama Outlander.
En este caso tiene un motor diésel de 150cv, tracción delantera, el acabado más básico Motion (que no quiere decir que no venga bien equipado) y sus consumos se "disparan" hasta los 5,1 l/100 Km en ciclo combinado homologado por la marca, eso sí; por un precio más asequible dadas sus nuevas características.


La mayoría de nosotros cuando adquirimos un coche, normalmente nos "entra por los ojos" y en la mayoría de ocasiones, lo compramos o bien por esa estética, o bien por su practicidad, o bien por su motor..., pero pocas veces tenemos en cuenta realmente que utilización le vamos a dar o para qué lo queremos.

El Mitsubishi Outlander de hoy está pensado para todos aquellos a los que les guste la estética de un todo-camino, que necesiten espacio, tanto para los pasajeros como para la carga, que les guste conducir en una posición elevada con respecto a la que conseguimos con cualquier turismo, que no practique una conducción off road nunca, a la que el confort de marcha sea su mayor prioridad y que además; le guste disfrutar de los viajes manteniendo un gasto mínimo.


Es un vehículo mucho más convencional para un uso diario, con las ventajas adquiridas de portar una carrocería de tipo SUV.

De su diseño poco podemos comentaros que no sepáis ya. Estéticamente, por lo menos a mí; me resulta muy atractivo y diferente a lo que estamos acostumbrados. Es un coche diseñado específicamente y en este caso no procede de la plataforma de un compacto o berlina, ni trata de ser la versión SUV de ningún "compañero" de gama.

Con 4,65 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,68 de alto, es un coche bastante compacto y aceptable para cualquier tipo de conductor y casi para cualquier tipo de circunstancia, bien sea en ciudad o carretera. Es en una distancia entre ejes de 2,67 metros en donde reside el secreto de una gran habitabilidad interior. No obstante; es un vehículo en el que podemos acomodar hasta a 7 pasajeros y aun así, nos quedaría un mínimo espacio para carga.

Esos asientos traseros suplementarios son bastante amplios y cómodos para realizar distancias cortas, escondiéndose bajo el piso del maletero de una manera muy sencilla, para dejar un enorme cofre de carga de  507 litros muy aprovechable y mermado solamente, por la "manía" que tienen los chicos de la marca japonesa de colocar un subwoofer al excelente equipo de audio firmado por el especialista Rockford Fosgate en ese maletero.

El interior es exactamente igual que el que ya conocimos en el Outlander PHEV, aunque en este caso, al ser el acabado Motion y no tener tracción a las cuatro ruedas, notamos la ausencia de varios botones dedicados a estos menesteres. Sin embargo; la dotación de serie desde este acabado básico es bastante completa y así pues, nos podremos encontrar cosas como el asistente de arranque en pendiente, control de tracción y estabilidad activo, climatizador bi-zona, equipo de audio con pantalla táctil de 6,1 pulgadas, 710W y nueve altavoces, asistente de aparcamiento trasero con apoyo de cámara trasera, apertura de puertas y arranque FreeKey, sensores de lluvia y luces, volante multifunción de cuero con mandos de Bluetooth y el control de velocidad, faros de Xenón, Start/Stop, llantas de 18", lunas tintadas y ordenador de a bordo, entre otras cosas, además de poder completarlo con las diferentes opciones con las que contamos entre el equipamiento opcional disponible.


Los asientos sujetan el cuerpo de manera suficiente y la posición de conducción es elevada y fácil de encontrar. Todos los mandos se encuentran muy a mano, ya que la consola central está sobreelevada para que no tengamos que realizar posturas extrañas al volante cada vez que tengamos que activar cualquier sistema.

La habitabilidad, como hemos dicho antes, es muy buena, siendo capaz de albergar hasta a siete ocupantes, que dispondrán de mucho espacio para sí mismos, incluso los de las plazas suplementarias. Aunque esas es mejor usarlas en momentos puntuales o para gente menuda, puesto que a pesar de ser amplias y cómodas, personas adultas iríamos con las rodillas un tanto encogidas.

En cuanto a motorizaciones; Mitsubishi tan solo contempla una opción perfectamente válida tanto para las versiones de cuatro ruedas motrices como para las de dos y es el usuario el que podrá elegir si quiere un sistema de tracción u otro (depende el uso que le quiera dar al vehículo), los acabados Motion o Kaiteki o si quiere un cambio automático de 6 relaciones con levas detrás del volante en vez de uno manual también con 6 velocidades.

Esa mecánica, es un bloque motor diésel 2.2 con 150cv y 380Nm de par máximo, con el que podremos alcanzar una punta de 200 Km/h, acelerar de 0-100 Km/h en 10 segundos y además hacerlo con unos frugales consumos de tan solo 5,1 l/100 Km homologados por la marca en ciclo combinado.

Es un motor que empuja, y mucho, desde muy bajas revoluciones, ya que ese solvente par máximo se lo permite. Obviamente; las recuperaciones se tornan también bastante buenas y nos permitirán realizar adelantamientos fulgurantes o escalar puertos de montaña con totales garantías.

La prueba dinámica, no la pudimos realizar como a nosotros nos gustaría puesto que en esta ocasión y como todos ya sabréis, además de poderlo observar por las fotos; las condiciones climatológicas y el estado de las carreteras, no eran las más idóneas para comprobar fielmente todos los matices de su comportamiento, aunque pudimos sacar otras conclusiones un circulando con mayor precaución que en otras ocasiones.


Su distancia respecto al suelo, nos permitió salir de algún pequeño apuro en carreteras atestadas de nieve en la cuneta y en las que solo habían habilitado un carril para ambos sentidos, a pesar de no contar con la siempre inestimable ayuda de la tracción total. Realmente y sabiendo que el Outlander está diseñado con ese menester, no es necesaria si no vamos a realizar una conducción por caminos en mal estado y rotos, y la nieve y el hielo son condiciones especiales que se dan tan solo en invierno y que se solucionan con montar neumáticos específicos para esta época del año, así que como bien os comentaba al principio; esta versión es para todos aquellos que deseen un coche orientado a la familia, a viajar y al disfrute en momentos de ocio.

El chasis está bastante bien afinado, la dirección es bastante directa, los frenos son más que suficientes y el esquema de suspensiones está muy bien estudiado para ofrecernos un gran confort de marcha, además de contener bastante bien los cambios de dirección y las derivas de un coche que a pesar de todo, pesa 1530 Kg. Pero si lo comparamos con el PHEV, con un peso mayor y con tracción total; existen unos ligeros matices.

El PHEV contaba con un reparto de masas más equilibrado, ya que la batería se situaba debajo del piso y eso hacía que tuviera más neutralidad de reacciones a alta velocidad o en curvas lentas que el Outlander con tracción delantera y unos 300 Kg más liviano. Con esto no quiero decir que tenga un mal comportamiento en curva ni mucho menos, ya que el Outlander siempre pisa muy aplomado, sino que es una apreciación personal habiendo tenido la oportunidad de haber probado ambos.

Conclusión final.

El nuevo Mitsubishi Outlander 220 DI-D 2WD Motion, supone el escalón de acceso a la gama Outlander, pero es un escalón de acceso que no difiere tanto de sus "hermanos" mejor equipados, con tracción total o tecnológicamente más dotados.

Las diferencias residen en el equipamiento de serie y poco más, ya que en cuanto a motorizaciones, no existen diferencias, en calidad y ajustes de los materiales, muy pocas, si contamos apenas con la presencia del cuero en los asientos de las terminaciones superiores y en cuanto a sensaciones y conducción dinámica, tampoco notaríamos mucho las diferencias entre unos y otros.

Está orientado a un tipo de cliente que nunca vaya a utilizar un SUV por lugares realmente difíciles y que la tracción total le resulte realmente irrelevante, pero que aprecie este tipo de carrocerías por una posición de conducción elevada, el espacio disponible o que busque una motorización solvente y lo suficientemente potente y económica como para afrontar largas travesías de una manera confortable y frugal.

También cuenta con un tamaño relativamente compacto como para realizar una vida diaria normal por las atestadas ciudades del siglo XXI, sin que su envergadura sea un problema intrínseco a la hora de estacionar o circular entre el tráfico.

El interior es muy confortable y excelente en todas sus cotas para cualquiera de los ocupantes de cualquiera de sus posibles siete plazas disponibles. El equipamiento de serie, como también os hemos indicado anteriormente, es muy extenso para tratarse del acceso a la gama y será más que completo para colmar las expectativas de cualquier usuario, sin que tenga casi que "tirar" de la lista de opciones disponibles.


Si hablamos de conducción dinámica, estamos hablando de un SUV, así que estamos hablando de un coche muy solvente para realizar viajes de largas distancias con total comodidad y seguridad, y que se siente muy cómodo en vías bien asfaltadas. Tampoco desmerece en carreteras reviradas y rotas, ya que el conjunto aguanta estoicamente bajo cualquier tipo de superficie, pero disfrutaremos más si vamos observando del paisaje y realizando una conducción coherente.

Y por último; la mecánica escogida es uno de sus mayores baluartes a la hora de decantarse por la compra, ya que 150cv son más que suficientes para mover al conjunto con bastante soltura. Pero es que además los 380 Nm de par máximo es una cifra que nos permitirá unas aceleraciones fulgurantes en todo momento y nos proporcionará la sensación de tener un motor muy "lleno" siempre disponible bajo el pedal del acelerador.

¿Nos ha gustado?. Bastante. ¿Es un buen coche?. Totalmente. ¿No tiene fallos?. Como todos...

Generalmente el Outlander nos ha encantado, porque a pesar de ser el menos dotado en todos los aspectos, no es tan diferente al resto de la gama, como ocurre con otras marcas, que apuran más el precio de sus unidades más básicas, a costa de ahorrárselo en equipamientos y materiales.

Las "pegas" que podríamos achacarle es, por ejemplo, el diseño del salpicadero interior un tanto anodino, y demasiado sobrio quizás para lo que se estila en la actualidad, aunque eso sí; con unos ajustes y materiales de primer orden y muy agradables al tacto. La incorporación de un subwoofer en el maletero, que le resta algo de espacio y que un cliente de este tipo de vehículos no va ha saber apreciar. Un diseño de la palanca de cambios algo desfasado y de aspecto vetusto, con inserciones muy bien escalonadas, pero que parece una palanca de cambios de los 90,s y desmerece un poco la excelente terminación del resto del interior mucho más moderno y por último; la escasa gama de motores a elegir, ya que solo podemos escoger uno y solo uno, es muy bueno, pero solo es uno, así que son lentejas...


El Mitsubishi Outlander con tracción delantera, es muy apetecible para todos aquellos que gusten de un coche con prestacia, original en cierta medida, bien equipado de serie, con mucho espacio disponible, un gran confort de marcha y frugal en consumos, bien sea para disfrutar con la familia, de su día a día o de su tiempo de ocio. Y tú; ¿gustas?.



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