Prueba: Suzuki Vitara 1.6 D GLX 2WD


Al Suzuki Vitara, se le considera uno de los "padres" del concepto SUV o crossover, ya que desde 1988, año de su aparición comercial, ha sido siempre un superventas que se ha ido refinando y adaptando a los tiempos y a los clientes, con varios tipos de carrocerías, una buena gama de motores, un equipamiento más o menos extenso, y con versiones de 2 o 4 ruedas motrices, pero con muy buenas actitudes para rodar tanto en asfalto, como por caminos rotos.

El Vitara que abarca nuestra prueba dinámica de hoy, es ya la cuarta generación y se nos presenta con una imagen totalmente renovada y moderna, en la que el frontal es el que cobra todo el protagonismo en cuanto al diseño exterior y llama la atención el contenido tamaño de todo el conjunto, ya que tan solo cuenta en esta ocasión con 4,13 metros de longitud.


Esas contenidas medidas no afectan para nada a la habitabilidad interior, ya que sigue manteniendo unas buenas cotas tanto de altura, como de anchura, como de espacio para las rodillas, además de contar con un maletero de 375 litros, que entra dentro de los márgenes que se estilan en este segmento. Es muy accesible y diáfano, con líneas regulares y sendos huecos laterales porta objetos, además de tener un doble fondo en donde colocar objetos más pequeños fuera de la vista.

Para esta ocasión, y viendo la tendencia natural del mercado, en Suzuki se han decantado por diseñar un coche más orientado a los grandes recorridos por carretera que a las incursiones de ocio por el campo, no obstante, mantiene una buena altura libre al suelo y se siente un poco más capacitado para estos menesteres que por ejemplo un Mokka o un Captur.


En el frontal, como hemos dicho antes, recae todo el peso del diseño y llaman la atención unos faros rasgados pero grandes, que nos ofrecen una gran luminosidad, una parrilla muy original y llamativa con embellecedores y un parachoques rotundo que incluyen los faros antiniebla, las luces diurnas LED verticales y una pequeña protección frontal de diferente color de la carrocería.

Las líneas laterales son neutras y limpias sin apenas ningún tipo de artificio con excepción de un paso de rueda trasero un poco más marcado y en la zaga nos encontramos con un diseño más convencional, con unos pilotos traseros bastante grandes y visibles y también una protección en el parachoques para evitar diferentes pequeños golpes y rozaduras, además de romper un poco con la sobriedad del conjunto.

Si nos incorporamos al puesto de mando, veremos un cockpit también bastante sobrio, muy bien rematado y ajustado, pero con abuso de plásticos duros por todo el habitáculo. Os podrá dar la sensación de entrar en un coche "barato", pero no es así. Suzuki siempre nos ha ofrecido materiales algo toscos en sus interiores, pero nunca han estado exentos de calidad y nos aseguran una gran durabilidad y una gran resistencia al uso y al paso del tiempo.


También podéis observar que no cuenta con algunos elementos superfluos con los que sí cuentan otros coches, como el típico porta-gafas en el techo o el apoya brazos central, que normalmente también cuenta con un cajón, lo que hace que la presencia de huecos para vaciar los bolsillos sea un tanto escasa y se limite a un gran espacio en la base del salpicadero, la guantera y poco más.

Pero esos pequeños detalles sin importancia no ensombrecen una gran posición de conducción elevada y especialmente cómoda, en donde nos encontraremos con todos los mandos a mano y una gran cantidad de equipamiento de serie, tanto de confort como de seguridad, que no se ve a simple vista, pero que ahí está.

La unidad que nos prestaron amablemente para realizar esta prueba, era la versión GLX que contaba con la dotación de serie más extensa y entre otras cosas nos encontramos con tapicería mixta de cuero y tela, asientos delanteros calefactados, asistente de arranque en pendiente, control de velocidad de crucero adaptativo y limitador de velocidad con mandos en el volante, sensores de lluvia y luces, asistente de frenada automática de emergencia, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara posterior, navegador (opcional) con pantalla táctil de 7 pulgadas, climatizador automático, lunas tintadas, acceso y arranque sin llave, ordenador de a bordo, llantas de 17", Bluetooth, entrada de puerto USB o luces cortas de Led.

Todo eso se incluye de serie en el acabado más dotado, pero desde las versiones más básicas, podemos contar con elementos de serie muy interesantes. También podemos tener la opción de la personalización tanto del exterior como del interior, como la inclusión de paneles del salpicadero de colores en combinación con la pintura exterior, que en breve, podemos escogerla bi-color, con diferentes combinaciones entre la pintura del techo y la de la carrocería. También existen diferentes tipos de relojes a escoger para rematar esa nota de color en el interior.

El motor es un 1.6 de ciclo diésel con 120cv. Es un motor rumoroso desde el exterior, pero que no se percibe apenas desde el interior gracias a su gran aislamiento. Va asociado a una caja de cambios manual de 6 relaciones, con un funcionamiento agradable y unas inserciones muy bien escalonadas.

Con esta mecánica es capaz de acelerar de 0-100 Km/h en 11,5 segundos y alcanzar una máxima de 180 Km/h, y si miramos las fichas comparativas, son los mismos parámetros que alcanza la versión de gasolina con la misma cilindrada y potencia.

Personalmente, me encantaba el empuje de este diésel desde muy bajas revoluciones y se le notaba un motor muy lleno en todo momento mientras nos movíamos en los márgenes de revoluciones correctos y con la marcha correcta insertada, ya que a medida que escalábamos revoluciones, ese motor perdía algo de la garra con la que nos deleitaba a partir de las 1.500rpm.
No obstante, el funcionamiento es correcto y las recuperaciones son más que suficientes realizando una conducción normal, por lo que no tendremos que abusar mucho de la palanca de cambios a la hora de afrontar la subida a un puerto de montaña o para realizar algún adelantamiento.


Los consumos no se disparan con esta versión y se conforma con 4 l/100 Km en ciclo mixto homologado por la marca, lo que sitúa al nuevo Vitara como uno de los SUV menos "gastones" en relación a su potencia.

En esta ocasión tan solo probamos la versión de dos ruedas motrices, ya que las versiones de tracción total no llegarán hasta dentro de un par de meses o así. No existen grandes diferencias, tan solo que la versión de tracción integral, contará con el sistema All Grip, similar al que ya conocimos con otros modelos como el Fiat 500X S-Cross.


Se le nota un coche muy aplomado y dinámico, pero con un esquema de suspensiones tirando a blando que hace que nuestros viajes sean de lo más cómodos y placenteros, pero al que no le gustan mucho las carreteras muy reviradas. Eso sí; nunca te da la sensación de "barquéo" ni de inseguridad.
Absorben las irregularidades del piso con total diligencia y en el interior perfectamente aislado, tan solo sentiremos que nos estamos moviendo, pero nada más.

La conducción sobre asfalto es extremadamente placentera y junto a los sistemas como el control de velocidad de crucero adaptativo, harán de nuestros viajes más largos, un mero trámite. De hecho; este sistema me sorprendió muy gratamente, porque además de controlar en todo momento la distancia con respecto al coche que nos precede, acelerando y frenando de manera automática, cuando activamos el intermitente el coche entiende que nos disponemos a adelantar y aumenta la velocidad antes incluso de que nos cambiemos de carril completamente, por lo que las maniobras de adelantamiento en autovías o autopistas, se reducen a un mínimo espacio de tiempo posible.

También practicamos un poco de conducción Off Road para acceder al lugar en donde hicimos las fotos y en esa ocasión nos percatamos que las suspensiones se nos habían vuelto duras y secas y percibíamos con total nitidez los "rotos" y huecos del camino. Eso es debido a que a pesar de ser blandas y orientadas para el confort, tienen muy poco recorrido, lo cual hace que enseguida agoten su extensión y compresión si nos encontramos con una situación similar. Sin embargo, gracias a la altura de la carrocería respecto al suelo, pudimos comprobar que el comportamiento en caminos rotos no implicaba ninguna contrariedad al Vitara y que mantiene las aptitudes que ya tenían sus ancestros fuera de la carretera, por lo que entendemos que la versión con tracción total y las consiguientes ayudas electrónicas, tiene que ser un rival muy serio con respecto a versiones similares de otras marcas.

Conclusión final.

El nuevo Suzuki Vitara ha perdido algunos de los parámetros que encumbraron a la gloria a sus antecesores. Pero eso es en apariencia, ya que lo único que ha hecho ha sido adaptarse a un mercado cambiante en el que se valoran más los crossover compactos orientados al asfalto y no al revés y en el que la comodidad y el espacio, unidos a unos parcos consumos y un buen equipamiento de serie a un precio ajustado es lo que demandan las nuevas generaciones. Y todo eso lo cumple con creces.


Suzuki nos ofrece un gran vehículo orientado a todos esos clientes que quieren un coche para el día a día, para viajar con la familia o para los tiempos de ocio. Nos lo ofrece sobre un envoltorio visualmente atractivo y lo engloba dentro de un segmento super-ventas y con una nomenclatura de sobra conocida que siempre ha sido sinónimo de fiabilidad.

Exteriormente no dejará indiferente a nadie y en cuanto al interior, todos los ocupantes gozarán de un espacio espectacular y un maletero más que suficiente para albergar todo tipo de maletas y enseres.
Otra cosa es la apariencia visual de los materiales, ya que nos pueden parecer algo básicos, pero que en realidad cuentan con unos ajustes muy loables y aguantan muy bien el uso diario y el paso de los años.

Han caído también en la manía de varias marcas, de poner un plástico en acabado negro piano alrededor de la pantalla de 7" del equipo multimedia, que si bien, queda muy estético, por alguna extraña razón atrae el polvo de una manera asombrosa y se quedan las huellas marcadas enseguida. Respecto a esa pantalla, también tenemos que decir que es táctil y tiene una legibilidad muy buena, pero en cuanto luce el sol, los brillos hacen que esa legibilidad desaparezca y no se vea absolutamente nada... (nosotros no lo pudimos comprobar debido al día nublado que nos salió, pero es una cosa de la que se quejan los otros medios especializados y que no ponemos en duda ya que no cuenta con ninguna capilla ni parasol...).


Por lo demás; cuenta con un equipamiento de serie que para sí quisieran otros vehículos de segmentos superiores y que además, tiene elementos como el control de velocidad adaptativo que funcionan a la perfección y que ayuda a realizar las maniobras de una forma muy rápida y segura sin que nosotros tengamos que hacer nada, tan solo dirigir a las ruedas con el volante.

Otra de las virtudes del nuevo Vitara es un motor diésel muy frugal, con una potencia suficiente, que entrega lo mejor de sí desde muy bajas vueltas y con una contundencia de reacciones muy loable, aunque luego pierda algo de "fuelle" y se vuelva más progresivo a medida que vamos aumentando de revoluciones. Aun así; las recuperaciones se nos antojan suficientes y las prestaciones máximas también.


El confort de marcha en carretera, junto con el silencio interior, es la nota predominante en este Vitara, con un esquema de suspensiones que filtran muy bien las irregularidades del asfalto y que contienen en buena medida las posibles derivas del coche en las curvas haciendo de él un SUV ciertamente ágil, pero son más aptas en una conducción relajada y tranquila.

En conducción Off Road, ese esquema de suspensiones cuenta con unos recorridos limitados, pero a pesar de ello y gracias a una altura considerable, podremos realizar incursiones camperas con totales garantías de éxito y atravesaremos lugares en los que es más que probable que la competencia directa no se atreva, aunque mejor por caminos en medianas condiciones que por trialeras puras y duras. No obstante; a pesar de que tan solo contábamos con tracción delantera, el Vitara nos ofreció unas reacciones muy nobles en todo momento.


Digamos que el nuevo Vitara se ha reinventado y adaptado a los nuevos tiempos. Con una imagen mucho más fresca y actual, será del gusto de los más aventureros y clientes a los que les guste disfrutar del tiempo libre con los suyos y de placenteras salidas los fines de semana con toda la prole con total seguridad y confort. Es un gran coche, para disfrutar a lo grande.





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