Prueba: Volkswagen Passat GTE
El Volkswagen Passat siempre ha sido una referencia en el segmento de las berlinas y sus ventas lo demuestran año tras año y generación tras generación. En su momento tuvimos la oportunidad de probar la versión TDI de 150cv y nos encantó. Su tecnología, su excelente mecánica, su habitabilidad y su conducción relajada y casi perfecta. Todo funcionaba a la perfección y al unísono para constatar que nos encontrábamos ante uno de los reyes del segmento.
Siempre ha sido un embaucador y sin ningún tipo de artificio, ha sabido mantenerse en lo más alto, situándose a caballo entre dos mundos bien diferenciados; el de las berlinas de carácter premium y el de las berlinas generalistas. Con su cuerpo de tres volúmenes y ligeros cambios aquí y allá, lleva muchos años siendo la berlina preferida de muchos particulares y flotas. Sobre todo con sus excelentes mecánicas TDI, por mucho "bombo" que se le haya dado al tema de las emisiones...
Pues bien; el Passat que ha pasado por nuestras manos esta semana, aparece en el mejor momento. Primero; porque emplea una tecnología que poco a poco iremos viendo por nuestras calles e iremos aceptándola y adaptándola a nuestra vida cotidiana. Segundo; porque también servirá para cerrar algunas bocas críticas y además, es una gran alternativa a los motores diésel que pueblan, por mayoría, nuestras carreteras.
Esa alternativa se llama Volkswagen Passat GTE y es el nuevo Passat con tecnología híbrida que se postula como la mejor opción para todo aquel que busque un Passat prestacional, silencioso y con unos parcos consumos de combustible.
No es que los TDI estén "muertos" aún, pero lo que es un hecho es que las marcas siguen evolucionando las mecánicas de gasolina y sobre todo, están empezando a comercializar esas versiones híbridas que hasta hace bien poco eran una parcela virgen y sin explotar, tan solo con un representante, el Toyota Prius, que campaba a sus anchas.
Pues el Passat GTE, que ha sido uno de los ,últimos en aparecer en escena, no tiene nada que ver con el Prius (gracias a Dios...). De momento; las siglas GTE nos invitan a pensar que estamos ante algo más especial.
La nomenclatura GTI apareció por primera vez con el Golf y se ha convertido por derecho propio, en un símbolo de prestaciones y diversión al volante, que perdura en nuestros días y que algunas marcas han pretendido imitar a lo largo de más de 40 años sin el mismo éxito.
Sabemos que la E es de Eléctrico pero ¿qué os insinúa el GT que lleva delante?. Exacto; deportividad...
A ver; hablar de que un Passat sea un coche deportivo y más, si es híbrido, os puede resultar pura demagogia, pero no es así. De hecho; es uno de los modelos más prestacionales de la gama ya que la conjunción de sus dos motores, uno eléctrico de 116cv y otro 1.4 TSI de gasolina de 156, generan un total de 218cv, cifra más que respetable y muy a tener en cuenta
Este grupo motor va asociado, por obligación, a una caja de cambios DSG de 6 relaciones cuyo funcionamiento es bastante peculiar, como veremos más adelante. Por supuesto; debajo del piso del vehículo nos encontramos con la batería de iones-litio que nos permitirán circular unos 50 Km en modo totalmente eléctrico y además, favorece un mejor reparto de masas, lo que redunda en un mayor equilibrio general del coche.
Como rasgos distintivos respecto al resto de la gama Passat, en el exterior nos encontramos con unas nuevas luces diurnas en forma de C de tipo LED, situadas en los extremos del parachoques delantero. Estas luces son exclusivas para el GTE y le aportan un aire más tecnológico al conjunto.
Si las versiones GTI de los Volkswagen más prestacionales, cuentan con un embellecedor rojo que recorre la parte superior de la parrilla delantera, incluído el interior de los faros y en los GTD, esa banda es cromada; en el GTE se distingue a la perfección por su color azul brillante y las siglas, también en ese tono azul, situadas en la misma parrilla, en los embellecedores laterales y en la tapa posterior del maletero. También cuenta con las pinzas de freno pintadas en este mismo color.
Una vez en el interior, salvo algunos distintivos repartidos por el habitáculo, costuras en color azul y los botones situados alrededor de la palanca de cambios; todo lo demás es similar a lo que conocimos en su versión de mecánica diésel.
Una alta calidad de materiales utilizados, una ergonomía perfecta, unos asientos cómodos y confortables que sujetan muy bien el cuerpo y una gran habitabilidad general en todas sus plazas, es la nota predominante.
Desde el cockpit del conductor, nos encontraremos con unos relojes digitales que varían su información según nuestros deseos. Tenemos para escoger la visión Clásica, la visión de Consumo y autonomía, que nos indica en tiempo real estos parámetros, la visión de Eficiencia, que nos ayuda y enseña por medio de los datos del ordenador de a bordo, lo bien o mal que estamos conduciendo para ahorrar combustible y energía, el modo Navegación, que nos muestra sobre la pantalla central grafías correspondientes al navegador, para que no desviemos mucho la mirada y el modo Asistencia a la conducción, que nos muestra el funcionamiento de los sistemas de asistencia a la conducción que tiene el Passat y cuando los aplica.
Desde el volante multifunción podemos cambiar estos modos de visión sin problema, además de contar con mandos del ordenador de a bordo, el Bluetooth, el control de velocidad de crucero, que en este caso, también es adaptativo y mantiene la distancia de seguridad respecto al coche precedente, los mandos del equipo de audio y hasta contamos con levas para cambiar de marcha en modo secuencial.
En el panel de instrumentos, la pantalla táctil de 6,5 pulgadas cobra casi todo el protagonismo. Desde ahí, podemos visionar todas las aplicaciones contempladas en el equipo de infoentretenimiento, desde el navegador, pasando por algunos parámetros del ordenador de a bordo, información del equipo de sonido, o incluso; gracias a su conectividad con casi cualquier sistema operativo de nuestros Smartphones, podremos reproducir sobre la pantalla algunas de las aplicaciones móviles que tengamos disponibles.
Podremos observar, de manera gráfica, cual es el flujo de energía y como se utiliza en cada momento para, de esa manera, optimizar el consumo al máximo. También podremos elegir de manera manual, si queremos circular tan solo en modo eléctrico o si bien, preferimos hacerlo en modo híbrido con dos modalidades: Hybrid, en la que el coche combina, de manera óptima, ambas mecánicas, para que el Passat reaccione a la perfección a nuestras órdenes con el acelerador sin menospreciar el ahorro de combustible. Battery Charge, es el modo en el que predomina la mecánica de combustión que además de mover al coche, va recargando la batería, por si estamos de viaje y queremos tener casi la totalidad de energía eléctrica cuando lleguemos a nuestra ciudad de destino.
Entre los diferentes menús, contamos con varios modos de conducción en los que los parámetros del Passat cambian de forma radical y tanto cambio, como reacciones de la mecánica y suspensiones, se adaptan sea cual sea nuestra decisión.
Esos modos son ECO, muy apropiado en ciudad y que favorece una conducción respetuosa; Normal, que es el que se activa por defecto y vale para cualquier circunstancia; Sport, ideal para cuando queramos sacar un poco de "brillo" a los cilindros y que nos permite realizar los cambios hasta el corte de inyección e Individual, en el que podremos elegir los diferentes parámetros y configurarlos a nuestro gusto.
Otros elementos que montaba nuestra unidad de serie, son el climatizador tri-zona, asientos de regulación eléctrica y calefactados, asistente de arranque en pendiente, asistente de cambio involuntario de carril, avisador de vehículo en ángulo muerto, asistente de ayuda al aparcamiento autónomo, cámara de visión trasera, faros Full Led, sensores de aparcamiento, lector de señales de tráfico, llantas de 18 pulgadas..., a lo que podemos añadir opcionales como el Head Up Display entre otros muchos elementos más.
Como hemos dicho, la habitabilidad interior es muy buena y ningún ocupante podrá tener ningún tipo de queja en ninguna de sus plazas. Tampoco por capacidad de maletero, ya que nuestra versión berlina atesoraba unos más que aceptables 586 litros. A nivel personal, yo elegiría la variante Variant, que es la carrocería familiar, también disponible con este propulsor, ya que su capacidad aumenta hasta los 650 litros y además; es más fácil acceder gracias a su enorme portón de carga, y también, cuenta con un espacio más aprovechable.
Si nos metemos con la dinámica del Passat GTE, nos encontramos con un rutero nato. Es una excelente opción para aquellos que, o bien por motivos de trabajo o bien, por simple ocio, realicen muchos kilómetros al año.
Pensaréis que para eso, siempre será mejor un motor diésel que uno híbrido, ya que al tener un motor de combustión de gasolina, siempre gastará más combustible. Pues tengo que deciros que ese es uno de los factores por los que os indicaba al principio del artículo que es un gran sustituto, ya que su consumo medio homologado es de tan solo 1,6 l/100 Km. ¿Cómo es posible?.
Tenemos en cuenta que en unas condiciones reales de conducción en las que diariamente, vamos al trabajo, hacemos unas compras o lo que nos apetezca y después, volvemos a casa; podremos ser capaces de no consumir ni una gota de combustible si tenemos la opción de recargarlo todas las noches, ya que el GTE es un híbrido enchufable.
Con la batería al 100%, seremos capaces de recorrer unos 50 Km en modo totalmente eléctrico, que más o menos, puede ser la distancia media que recorramos al día. No obstante; si circulamos de manera automática en la posición B de la palanca de cambios, observaremos que cuando soltamos el acelerador, las reducciones de velocidad se hacen muy patentes y esa energía en la deceleración, se aprovecha para ir cargando la batería.
Yo me lo pasaba "pipa" jugando a ver cuantos kilómetros extra le sacaba a la autonomía del Passat, ya que en una conducción por ciudad, con cedas el paso, semáforos y demás "trampas", aprovechaba esa energía cinética para seguir en modo eléctrico el mayor tiempo posible.
Si la batería se agota hasta el 20%, el motor de combustión entrará en escena para, a la vez que mueve las ruedas del coche, recargar la batería en los tiempos muertos que no pisemos el acelerador.
Si realizamos cualquier viaje largo, ambos motores se combinarán para obtener un funcionamiento óptimo en todo momento y el consumo real, tampoco se va a disparar, teniendo en cuenta que la mecánica térmica tan solo cuenta con 1.4 litros de cilindrada y turbo. Digamos que aproximadamente, hablaríamos de entre 5 y 7 litros como máximo cada 100 Km.
Pero espera; aquí hay un botón que pone GTE. ¿Para qué sirve?. Pues básicamente, para abrir la caja de los truenos.
Si pulsamos ese mágico botón, el motor eléctrico y el motor térmico se conjuran para desplegar todo su potencial y los 218cv se apuran hasta alcanzar la zona roja del cuentavueltas en cada cambio de marchas mientras nosotros peleamos para despegar nuestra espalda del respaldo del asiento. Simplemente; goza de una aceleración brutal y sorprendente para una berlina racional como es el Volkswagen Passat.
Lógicamente; si hacemos eso muchas veces, la batería se quedará en sus niveles más bajos y el motor gastará bastante más combustible, pero oye; la sensación de que tenemos tal potencial a golpe de botón es bastante reconfortante y nunca sabremos cuando podremos necesitar un extra de potencia...
Si conducimos como personas civilizadas; el Passat nos deleita con un increíble confort de marcha en el más total y absoluto silencio. El esquema de suspensiones hace que tengamos la sensación de flotar sobre el asfalto y no permite que la carrocería balancee en exceso en las curvas. Va siempre muy aplomado en cualquier circunstancia y la sensación de seguridad es máxima, pero es un coche que por tamaño, peso y configuración, es más apropiado para vías rápidas que para un puerto de montaña con curvas cerradas. De cualquiera de las maneras; el Passat GTE es un coche con el que disfrutaremos del viaje plácidamente.
Gracias a sus 218cv y sus descomunales 400 Nm de par máximo, no tendremos problemas de ningún tipo ni a la hora de adelantar, ni a la hora de afrontar desniveles en forma de puertos. Aunque no se pueda correr, sabemos que su velocidad máxima es de 225 Km/h y que seremos capaces de acelerar de 0-100 Km/h en tan solo 7,6 segundos, por lo que podemos decir que por fin hemos probado un vehículo híbrido prestacional y que no se achanta ante nada.
Bueno; solo hay una cosa a la que yo considero un pequeño fallo. Resulta que en una conducción tranquila, por una vía de doble sentido en la que rodamos de una manera relajada en sexta velocidad y con el confort más absoluto, nos toca adelantar a un camión. Una vez que observamos que podemos hacerlo, accionamos el intermitente y hundimos el pedal del acelerador. La centralita del Passat interpreta que necesitamos más potencia y que debería reducir una o dos marchas... De repente; el indicador de marcha del cuadro de mandos se posiciona en !!!segunda!!! y las revoluciones se disparan hasta el corte de inyección y en mitad del adelantamiento cambia a tercera, cuarta..., siempre alcanzando la zona roja del cuentarevoluciones, con el consiguiente sobresalto y sonido de la mecánica.
La verdad es que lo adelantamos como una exhalación, ya que 218cv y 400 Nm de par nos permiten unas recuperaciones fulgurantes, por ese motivo; veo innecesario que la deliciosa caja de cambios DSG reduzca hasta segunda velocidad, puesto que es un coche capaz de realizar adelantamientos rápidos y con total seguridad, sin la necesidad de pasar de una conducción relajada a la tensión en un segundo...
Pero si exceptuamos esta pequeña anécdota; sinceramente es un coche que me compraría. Su condición de híbrido enchufable lo hace un espécimen muy interesante para nuestro día a día y su tecnología en materia de seguridad activa y pasiva es de lo mejorcíto del mercado actual.
La calidad de los materiales empleados, el perfecto ensamblaje y el buen gusto por los pequeños detalles, hacen del habitáculo un lugar privilegiado para los ocupantes y el confort de rodadura y el silencio de marcha, no hace nada más que acrecentar esa sensación de calidad que va implícita en la marca alemana.
Es una alternativa perfecta a los motores diésel, con unos consumos competitivos y un menor mantenimiento a lo largo de su vida útil. La suavidad de una mecánica de combustión de gasolina y la ayuda de un motor eléctrico, también lo hacen un vehículo muy prestacional, perfecto para viajar, gracias también a su gran versatilidad.
Digamos que el nuevo Passat GTE es un coche con chispa, aunque eso sí; yo me quedo con el Passat GTE Variant.
Conclusión final.
Volkswagen no podía haber tenido una elección tan acertada para dar a conocer de lo que son capaces en materia de híbridos enchufables. Bueno; también tenemos al Golf GTE con la misma configuración mecánica, pero en el Passat, se reúne lo mejor de una berlina con aires premium, la finura de una mecánica de gasolina, junto con unas prestaciones de infarto, un silencio de rodadura excepcional y un parco consumo, que durante la semana puede llegar a ser nulo, si tenemos la posibilidad de recargar las baterías en nuestro hogar.
Es una buenísima opción como sustituto de los motores diésel, tan demandados en este segmento. No pierde ni un ápice las características intrínsecas que ya posee un Passat convencional, pero en sus entrañas destaca la tecnología que poco a poco, se irá adueñando de nuestro parque móvil.
Se diferencia por ligeros matices que nos muestran un Passat con más empaque, como las pinzas de freno pintadas en color azul, los distintivos y las luces diurnas exclusivas para esta versión.
En el interior, más de lo mismo, son los pequeños detalles los que lo diferencian del resto de la gama, por lo menos, a nivel visual. Una vez que pulsamos el botón de arranque y no percibimos absolutamente nada, es cuando nos damos cuenta que estamos montados en algo más especial. Los materiales empleados, son como siempre, de primer orden y la habitabilidad de todas sus plazas está fuera de toda duda.
Tampoco existe ninguna objeción respecto a la capacidad del maletero. que con 586 litros es uno de los más grandes de su segmento, aunque yo me decantaría por la carrocería familiar Variant, ya que en ese caso tiene 650 litros y nos ofrece un espacio más aprovechable y una boca de carga mucho más amplia gracias a su portón.
Sus diferentes modos de conducción y los otros tantos modos de funcionamiento que podemos elegir según cómo nos hayamos levantado por la mañana, pueden transformar a la berlina alemana del doctor Jeckyll a Mr Hyde en tan solo un toque de mando. Sobre todo si pulsamos el botón mágico con las siglas GTE situado a la vera del selector del cambio.
Su comportamiento es perfecto en cualquier medio en el que se mueva, siendo las vías rápidas sus predilectas, en donde el conjunto nos deleita con un funcionamiento extremadamente confortable, gracias también a un habitáculo muy bien insonorizado.
Sus valores máximos no dejan lugar a dudas y estamos hablando de una de las berlinas más prestacionales de su gama. gracias a la combinación del motor 1.4 TSI y el motor eléctrico. Pero lo que más llama la atención es su ridículo consumo medio de tan solo 1,6 l/100 Km, que hará las delicias de aquellos que utilicen mucho el coche durante la semana, sobre todo, si tienen que realizar largas travesías y circular por las atestadas urbes de las capitales de nuestro país.
El único "pero", es la coordinación entre la deliciosa caja de cambios DSG y el motor en las aceleraciones más intensas, ya que con el potencial que tiene este Passat, me llamó la atención que redujese tantas marchas a la vez, cortándonos por unos instantes, el ambiente de paz y armonía que generalmente se respira durante su conducción.
El Passat siempre ha sido el espejo, en el que se han mirado las demás marcas para poder imitar su fórmula ganadora. Con el Passat GTE se lo han puesto aún más difícil...
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