Prueba: Renault Mégane 1.5 dCi GT Line
El Renault Mégane siempre ha sido la piedra filosofal de la gama Renault en la última era. Ha pasado por varias fases a lo largo de su vida comercial, desde que entró en nuestras vidas para sustituir al R19 en el segmento de los compactos . Desde la primera generación, se ha vanagloriado su seguridad activa y pasiva y yo, por suerte o por desgracia, puedo dar fe de ello, ya que hace años me salvó la vida el conducir un Mégane Classic de esa primera generación en una colisión múltiple de la que salí totalmente indemne. De que es un vehículo seguro, por lo menos yo, no tengo ningún tipo de duda, ahora bien, que su evolución y diseño han creado controversia a lo largo de todos estos años, tampoco tengo ninguna duda. El Renault Mégane siempre ha sido un coche que se ha comprado con la cabeza. Fuese la versión que fuese o fuese la generación que fuese, los consumidores lo han elegido una y otra vez por su condición de coche racional, con excepción de los más "quemados", q