Prueba: Mercedes Benz Clase A180d Pack AMG


Lo prometido es deuda, y cuando probamos el nuevo Mercedes Benz Clase A200, os dijimos que pronto os ofreceríamos la prueba de la versión de acceso en diésel denominada A180d. Pues para que podáis comparar entre uno y otro y realizar una compra inteligente según vuestras necesidades; he aquí el "Test Drive" de la versión alimentada por gasóleo.


Viendo lo complicado que se está poniendo el asunto del diésel, con futuros impuestos sobre el combustible, un aumento del impuesto de matriculación a los vehículos más contaminantes, las restricciones a los centros de las grandes ciudades y los bombardeos continuos que sufrimos en los medios de comunicación diciendo que todo lo que sea diésel es "caca"; es fácil suponer que estas mecánicas están avocadas a la desaparición, y puede que sea cierto.


Pero lo que está claro es que todavía tendremos un periodo de medio recorrido hasta que esto ocurra de manera definitiva y realmente; lo que nos están metiendo es un miedo en el cuerpo injustificado.


Para empezar; las infraestructuras en España para medios de transporte de energías alternativas, dejan mucho que desear. Los vehículos eléctricos están supeditados a una circulación urbana, porque si queremos hacer un viaje largo con ellos (a excepción de los mediáticos Tesla), resultaría imposible realizar una carga en cualquier lado y es altamente probable que nos quedáramos tirados en mitad de una carretera.

Los híbridos son una buena alternativa y con ellos no nos quedaremos apartados en ninguna cuneta, pero en su mayoría, tan sólo cuentan con una autonomía eléctrica de unos 50 Km, más que suficientes para circular por la ciudad, pero realmente inútiles en el momento que salimos de viaje, ya que el coche se convertiría en una versión de gasolina normal.


GLP, GNC, Autogas y demás variantes, son unas alternativas muy solventes, económicas y limpias, pero ocurre lo mismo en cuanto a infraestructuras, ya que es bastante complicado encontrar una "gas-olinera" en muchas localidades de nuestro país y cuando la encontramos; en muchas ocasiones el servicio, el mantenimiento o el suministro, dejan mucho que desear.


La pila de combustible, se supone que también es un elemento a tener en cuenta, pero es una tecnología que está aún en pañales, así que de momento, lo dejaremos apartado, ya que tampoco existen apenas modelos que monten este tipo de combustión.


¿Conclusión?. Pues que ya conocemos y podemos probar de qué va a ir el futuro, pero de momento, lo que sigue en plena vigencia todavía son los vehículos diésel y gasolina. Unos emiten más CO2 y otros más NOx, ambos elementos perjudiciales para el ambiente, la calidad del aire que respiramos y la capa de ozono. Pero gracias al desarrollo permanente de las marcas, tanto los unos como los otros (hablo de vehículos nuevos), cumplen con las duras normativas vigentes, por lo que de momento; no deberíamos preocuparnos en exceso.


Por ese motivo; comprar una unidad con mecánica diésel como la que tenemos entre manos hoy no es para nada descabellado. No por el mero hecho de que sea todo un Mercedes Benz, con lo último en tecnología, un diseño compacto de lo más atractivo y una conducción real de lo más placentera, sino porque su mecánica es plenamente eficiente y además; como veremos más adelante, también es muy dinámica y activa, por lo que colmará las expectativas de los más escépticos.


Digo esto de los más escépticos porque yo fui el primero, ya que cuando supe que tan sólo contaba con una mecánica con 116cv, lo primero que pensé es que era un coche muy infra-motorizado, más si cabe, teniendo en cuenta que la versión homóloga de gasolina que probamos hace dos semanas, contaba con 163cv y nos pareció una mecánica muy apropiada para las características y pretensiones de un vehículo como este Mercedes Benz Clase A.


No nos detendremos en analizar el diseño, ya que lo hicimos en su momento y aún lo tenemos muy reciente. Es, simplemente, un diseño muy agresivo, con claras reminiscencias (sobre todo en el frontal), al nuevo lenguaje de diseño que inauguró el Mercedes Benz CLS y aditamentos estéticos, que además de ofrecernos una clara funcionalidad aerodinámica, aportan un aire muy dinámico y una personalidad muy marcada al compacto alemán, como el difusor en el paragolpes trasero o las toberas de refrigeración adicionales sobre el paragolpes delantero. 


También contamos, como en la versión gasolina, con el Pack AMG, que completa una visión más deportiva a nivel estético, con unas llantas específicas de 19 pulgadas, suspensión deportiva y algún elemento más como el alerón posterior más profuso.

En el interior, en este caso observamos una tapicería de cuero en su totalidad, en combinación de negro y rojo, que aporta un carácter más deportivo, si cabe, al Clase A. Por lo demás; lógicamente es exactamente igual que la unidad que probamos en su momento, con la salvedad que en este caso no disponíamos del equipo de audio profesional del maletero, por que en esta ocasión disponíamos de 10 litros más, hasta alcanzar los 370 litros. 

Las plazas traseras son apropiadas para albergar a dos adultos sin problema y las delanteras, son amplias, cómodas y nos procuran una gran sujeción lateral. El único problema, es que en este caso en concreto, al estar tapizado en cuero en su totalidad, debemos tener más cuidado a la hora de no despellejarnos vivos en pleno verano cuando aparcamos al sol...

El puesto de conducción es uno de los aspectos más llamativos del Clase A, con muchos elementos de equipamiento, un diseño muy efectista, pero no obstante, bastante ergonómico y con todos los mandos al alcance de nuestra mano. Por supuesto, no nos olvidamos del perfecto volante multifunción o de la enorme instrumentación digital e información del equipo de infoocio, proyectada sobre sendas pantallas de 10,25 pulgadas, con una visión impresionante e innumerables equipamientos entre los que destacamos, como no podría ser menos, el sistema de inteligencia artificial MBUX.


No obstante, nuestra unidad estaba algo menos equipada que la versión de gasolina que probamos anteriormente, ya que en este caso, por ejemplo, no contaba con techo solar panorámico y practicable eléctricamente o con los asientos eléctricos, por poner un par de ejemplos. Pero sí disponía de un sistema por el que, personalmente, tenía muchísima curiosidad.


Se trata del sistema de navegación con realidad aumentada. Es un navegador al uso, pero en este caso se proyecta la imagen real de lo que vemos ante nosotros en la pantalla central. Sobre esa imagen real, recogida por sensores y cámaras situadas en el frontal del vehículo, se proyectan las indicaciones de dirección de una manera dinámica, adelantándose a la situación del tráfico siempre y cuando, hayamos insertado una dirección en el sistema, sino, no tendría ninguna razón de ser.


Funciona de una manera muy intuitiva y es especialmente rápido a la hora de recalcular una ruta. Pero si nos equivocamos de dirección, la verdad es que íbamos realmente despistados, ya que las indicaciones dinámicas, con flechas que se mueven sobre la imagen real y nos indican donde debemos girar y por donde debemos ir para llegar a destino; no dejan ninguna duda. Simplemente; estaríamos hablando del navegador del futuro, que no me extrañaría nada que otras marcas intenten copiar en sus futuros modelos.


Pero vamos con el siguiente punto de interés en la versión que estamos probando hoy: el motor. Se trata de un 1.5 diésel que, como os habíamos adelantado, cuenta con 116cv de potencia y un Par máximo de 260 Nm.

Asociado a un cambio automático de 7 relaciones y unas inserciones imperceptibles y muy bien estudiadas; no acelera tanto como la versión de acceso en gasolina, aunque teniendo en cuenta la diferencia de caballos, es bastante lógico. No obstante; consigue unas prestaciones considerables, alcanzando una velocidad punta de 205 Km/h, pero haciendo el 0-100 Km/h en unos discretos 10,5 segundos. 


El mayor baluarte de esta versión, si obviamos sus preciosas líneas, la posibilidad de un extensísimo equipo de serie, la imagen de marca y su conducción dinámica; son sus aquilatados consumos en ciclo medio, que la marca homologa en unos parcos 4,2 l/100 Km. 

Es un motor poco rumoroso y que además, gracias al excelente aislamiento del habitáculo, no se percibe lo más mínimo desde el interior. Como hemos dicho; no acelera tanto ni de forma tan enérgica como la versión de gasolina de nuestra prueba anterior, pero es más que suficiente para mover con mucha soltura a la compacta carrocería del Clase A. 


Por supuesto; su actitud dinámica respecto a la conducción no varía y el Clase A tiene un comportamiento de bandera, tanto si realizamos una conducción deportiva, como si llaneamos en un trayecto relajado por cualquiera de las autopistas de nuestro país, con el aliciente de tener unos consumos más ajustados. Aunque la mecánica no sea tan excitante y bastante más progresiva...


De todas formas; las recuperaciones son bastante aceptables y no tendremos problemas a la hora de realizar maniobras de adelantamiento o afrontar repechos de nuestra ruta. Porque una cosa es que los caballos no "aprieten" tanto como los 165cv del A200, pero el A180d tiene suficiente Par y fuerza como para que la caja de cambios no deba trabajar en exceso para mantener un ritmo considerable en orden de marcha.

Realizadas las pruebas de ambas motorizaciones de acceso, la verdad es que, personalmente me quedaría con la versión de gasolina ya que, además de que soy firme defensor de este combustible y de sus prestaciones, no realizo tantos kilómetros al año como para que la versión diésel me resulte más satisfactoria. Pero esto es mi opinión subjetiva, ya que el A180d es una alternativa ideal para todos aquellos que busquen un compacto dinámico, atractivo y equipado, pero con un motor diésel frugal y coherente. 


Los diésel siguen estando vigentes, y lo seguirán estando durante varios años más, así que no le tengáis miedo al diésel y menos; si hablamos de un Clase A180d, con una mecánica actual, que cumple todas las normativas antipolución actuales y futuras y que además, sin lugar a dudas; es uno de los mejores compactos del momento. 




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