Prueba: DR4 Sport


Probablemente, la marca que tenemos hoy entre manos no os suene de nada. De hecho; cuando a mis círculos más cercanos les comenté que iba a probar un DR4, no tenían ni idea de lo que estaba hablando, y ese desconocimiento suscitó un interés exacerbado por saberlo todo sobre esa marca y en concreto, sobre ese modelo.


He de confesar que yo también tenía muchas ganas por saber y comprobar de primera mano, de qué pasta estaba hecha esta marca que apareció en mis redes sociales y en la ciudad de la noche a la mañana. Esa curiosidad podríamos definirla como aumentada ya que si bien; cuando probamos otras marcas mucho más conocidas podemos orientarnos por una idea preconcebida en base a otros productos testados, con DR no sabíamos ante qué tipo de vehículo nos íbamos a encontrar.


Me puse manos a la obra, y empecé a investigar más cosas sobre esta marca hasta ahora, desconocida para todos nosotros. Resulta que mi primera sorpresa es que cuenta con hasta tres modelos en su gama, más alguno que está aún en proyecto, y el vehículo que os vamos a presentar hoy, es el que corresponde a la sección intermedia y se trata de un SUV compacto. Por debajo nos encontramos un SUV pequeño del segmento B y por encima, un SUV de mayor tamaño correspondiente al segmento D, que si todo va bien, intentaremos probar para todos vosotros durante las próximas semanas.


Pero antes de meternos de lleno con el DR4, creo conveniente comentaros por encima la historia de la marca.

DR nació en 2006, con la fusión de dos empresas exitosas pero muy diferenciadas entre sí. Una se dedicaba a la comercialización de vehículos multimarca y deportivos y la otra, era un equipo de competición, protagonista en varias competiciones europeas de diferentes categorías.


De esta fusión nació DR, aunque obviamente, como todos los orígenes en cualquier tipo de empresa; los recursos eran limitados y desarrollar un producto de cero, era una situación inviable en primera instancia. ¿Solución?. Colaborar con el entramado chino de la automoción, siendo el gigante asiático Chery, uno de sus máximos baluartes para conformar una gama solvente.


Curiosamente; en el caso que nos ocupa hoy, la base que han tomado de referencia es de procedencia JAC (otra marca china con alta reputación en el mercado asiático).


Sé de buena tinta que nuestro mercado y nuestros prejuicios, más si cabe si nos remontamos a los primeros coches chinos de los que probablemente hayamos oído hablar; nos harán pensar que estos coches son inseguros, de baja calidad y que no cumplen ningún tipo de requisito mínimo para poder comercializarse por nuestras latitudes.


Pues permitidme que os diga que si bien; hace varios años los vehículos de origen asiático (concretamente de china) no se podían vender en Europa por múltiples motivos y el más esencial, por temas relacionados con la seguridad; en la actualidad esa situación ha cambiado de una manera exponencial y creo, y no tardando mucho, que poco a poco iremos conociendo nuevas marcas que a buen seguro nos sorprenderán.


Volviendo al caso que nos ocupa; el DR4 procede de una plataforma JAC, concretamente del JAC Refine S3, un modelo SUV que ha obtenido un gran éxito comercial tanto en Asia como en América Latina.


DR ensambla todos los vehículos en Italia, y aportan un poco más de frescura y un diseño más europeizado, aunque sin salirse de las pautas generales del vehículo de referencia. Todo ello, lo hace bajo licencia y sobre todo; algo que seguramente os preocupe mucho respecto a sus orígenes, pasa sin problemas los test de choque y seguridad de los ocupantes, además de contar con el beneplácito del protocolo mundial respecto al tema de las emisiones, que ha cambiado recientemente.


No obstante; debemos recordar que uno de sus socios fundadores procedía del mundo de la competición, y sus conocimientos en materia mecánica, son aplicados a estos coches de serie que, como vuelvo a apostillar, presumen de cumplir con la normativa vigente y además, cuentan con una garantía de hasta 6 años, algo que por defecto, casi ninguna marca es capaz de ofrecer a sus clientes.


Esta seguridad que tiene DR en cuanto a fiabilidad se refiere; es gracias a una mecánica atmosférica, de origen Mitsubishi, plenamente testada y contrastada. El DR4 sólo cuenta con un motor disponible 1.6 de gasolina con 115cv de potencia y 155 Nm de par máximo. Como curiosidad; además de poder circular con gasolina, podemos hacerlo con GLP (Gas Licuado de Petróleo), por lo que en situaciones urbanas, podremos realizar nuestros trayectos de una manera cómoda, barata y respetuosa con el medio ambiente.


Las prestaciones finales son bastante coherentes con el tipo de carrocería que estamos hablando y el DR4 es capaz de alcanzar los 180 Km/h de velocidad máxima, hacer un 0-100 Km/h en 10,5 segundos y mantener un consumo medio en ciclo mixto de 7,4 l/100 Km.


Si hablamos de sensaciones, podemos afirmar que el motor del DR4 es un motor bastante voluntarioso y progresivo en reacciones, que no destaca especialmente por sus aceleraciones o recuperaciones, pero que nos proporciona un uso muy normalizado en casi cualquier tipo de conducción (si obviamos una conducción deportiva).



Una de las características de la mecánica que más me llamó la atención; es su silencio en orden de marcha. Se percibe con claridad que los chicos de DR se han empleado a fondo en materia de aislamiento del motor y si bien, podemos intuir algo más de rumorosidad cuando la mecánica está fría, una vez en marcha el silencio en general es la nota predominante. La transición entre el funcionamiento con gasolina o con GLP se realiza por medio de un simple botón y la verdad; en una circulación ciudadana no se aprecia ningún tipo de diferencia entre un tipo de combustible u otro. Bueno sí; la diferencia económica que notaremos mes tras mes, ya que el GLP es un combustible mucho más asequible.


Vamos con el diseño. Respecto al vehículo en el que se basa, parece que DR ha determinado que debía cambiar los rasgos de diseño más orientales y sustituirlos por unas pinceladas más transgresoras y rompedoras que se escapan de lo aceptadamente convencional.


De esta manera, el DR cambia su aspecto sobre todo en la vista frontal, aunque también sufre algunos cambios en otras índoles como en el diseño de las llantas o en la zaga. Es un diseño muy personal, que puede gustar más o menos pero que, indudablemente, no deja indiferente a nadie.

En la zona delantera, observamos unas líneas suaves y redondeadas, con un paragolpes rotundo y profuso que contiene un labio inferior muy marcado y una parrilla delantera de celdillas muy pequeñas con el logo de la marca en un lateral.

Es muy original y diferente a lo que se estila, ya que mientras en el resto de los modelos del mercado, la tendencia natural es darle un protagonismo esencial a la parrilla delantera; en el DR pasa lo contrario, ya que es el paragolpes el que reclama toda la atención visual. Más inclusive, cuando nos percatamos de una especie de aletines laterales muy rectilíneos, que cortan y rompen de raíz, la visión natural de unas formas redondeadas y limpias y que además, sirven para delimitar uno de los flancos de las luces antiniebla.



Por otra parte, en el lateral observamos líneas dinámicas muy acentuadas que van "in crescendo" desde el pilar A hacia la parte trasera, completando una forma pseudoelíptica de aspecto cromado por debajo de las ventanillas. Esa sensación de que la carrocería se va elevando hasta alcanzar la zaga, también nos la aportan el diseño de las puertas, las taloneras y protecciones laterales (que pueden contener alguna nota de color) y la suave línea del techo. Completando la imagen, vemos unas llantas de aleación multiradio de nuestro acabado Sport de 17 pulgadas, que son bastante bonitas y dejan entrever unas pinzas de freno pintadas en color rojo y el techo en color negro, contrastando con el color elegido para la carrocería.


En la zaga, un paragolpes envolvente con una superficie de plástico negro sin pintar, en concordancia con la línea ascendente que recorre el lateral, no nos acaba de convencer en términos de imagen (creo que si iría pintado del color de la carrocería sería algo más atractivo), aunque el resto está muy bien solucionado, con trazos suaves pero rotundos y una presencia bastante imponente.


Existen detalles cromados en forma de embellecedores y para simular una doble salida de escape (que en realidad no existe) en la zona del paragolpes, junto con las luces antiniebla traseras y otros componentes decorativos, como el alerón posterior, que le dan una mejorada presencia y un toque más atrayente.


Abrimos el portón del maletero y descubrimos un espacio de carga relativamente aprovechable de 600 litros en origen, aunque como nuestra unidad de pruebas contaba con el depósito de GLP debajo del piso del maletero, la capacidad se veía bastante reducida, casi hasta la mitad. No obstante; se pueden ubicar los enseres y maletas de cuatro adultos sin problema.



Nos incorporamos a las plazas traseras y encontramos un espacio vital muy importante. Hay bastante hueco para las piernas respecto a los respaldos de los asientos delanteros, y la cota de altura también es bastante buena, siendo la anchura del DR4 lo único que puede llegar a ensombrecer a unas plazas posteriores que se pueden catalogar como bastante buenas y en donde tres adultos pueden viajar muy cómodos.

Las plazas delanteras son muy confortables, con un mullido de los asientos muy logrado y en donde podremos encontrar una postura de conducción ideal en muy poco tiempo. Cuenta con un tapizado mixto de símil piel con costuras en rojo y tela, aunque no destaca por tener una gran sujeción lateral. No importa; ya que el DR4 no está concebido para realizar tramos de rallye, sino para proporcionarnos una conducción relajada y cómoda.


El cuadro de mandos que tenemos ante nuestros ojos, destaca por tener una muy buena estructuración y por tener todos los mandos al alcance de la mano. La posición del volante me pareció un tanto inclinada, pero eso no impedía que la postura de conducción fuera la idónea.


Los materiales utilizados constan de plásticos de una calidad suficiente y revestimientos para el salpicadero en símil piel y embellecedores, de tacto muy agradable, con buenos ajustes y una buena apariencia visual.

La información procedente de la capilla de relojes es analógica, suficiente y muy fácil de interpretar en un simple golpe de vista, al igual que ocurre con la mayoría de los mandos que componen el conjunto del cuadro.

En el centro y situada en una posición de privilegio, nos encontramos con la pantalla táctil del equipo de infoocio de 7 pulgadas, con unas grafías muy grandes y visibles, aunque tengamos el reflejo solar en nuestra contra. Desde esa pantalla podremos acceder a varios menús sencillos en referencia al ordenador de a bordo, la radio o las diferentes opciones que nos ofrezca el equipo de serie, que es bastante amplio.


También podremos visionar las imágenes de las cámaras de ayuda al aparcamiento. Sí; habéis leído correctamente LAS cámaras. Una de las cosas que más nos llamó la atención del DR4 era que incorporaba un sistema de visión 3D en 360º del vehículo y sus alrededores, para que no tengamos ningún problema a la hora de aparcar o desaparcar, además de que podemos ir cambiando los diferentes ángulos de visión con los submenús situados en el lateral de la pantalla.



Es un equipamiento que nos sorprendió, ya no por desconocido, sino porque es bastante peculiar encontrarlo en una gama de vehículos de esta categoría. No obstante; si hay una cosa en la que destaca el DR4 es en su relación precio-equipamiento, ya que incorpora una amplia selección de elementos de serie que supondrían un sobreprecio en otras marcas más conocidas.

Entre otras cosas, disponíamos de climatizador automático, control de velocidad de crucero con limitador, equipo de infoocio con pantalla táctil de 7 pulgadas, asistente de arranque en pendiente, llantas de 17 pulgadas, ordenador de a bordo, sistema de detección de presión de neumáticos, sensores de lluvia y luces, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámaras de visión omnidireccional 360º, asiento del conductor calefactable o techo solar practicable eléctricamente, por poner tan sólo unos pocos ejemplos.


Como veis, hasta ahora la verdad es que el DR nos está sorprendiendo por varios motivos. Su diseño original, a buen seguro no deja indiferente a nadie, de hecho; mientras lo estaba probando, paré unos minutos en un bar que hay debajo de mi casa y en cuestión de unos instantes, lo que tardé en pedirme un café, el bar se vació y todos los clientes estaban revoloteando alrededor del DR4 y no dejaban de preguntarme curiosidades sobre él, hasta el punto de que el dueño del bar salió y literalmente "me mandó a tomar por el culo" (todo desde la confianza y el buen rollo).



El motor basado en Mitsubishi, atmosférico, con cuatro cilindros y sin turbos ni nada de eso; cumple con los cánones y protocolos de emisiones actuales y presume de ser una mecánica indestructible y con un mantenimiento mínimo, además de que nuestra unidad contaba con el apoyo de poder ser alimentada por medio de GLP, un combustible alternativo más limpio y barato.


Por último; el equipo de serie con el que se nos presenta este DR4 es más que suficiente y supera con creces al de cualquier competidor directo, además de contar con unos acabados agradables y aparentes para todo el interior.

Visto todo esto, ahora llega el momento de descubriros cómo va en marcha. Ya os hemos adelantado que la mecánica es progresiva y bastante silenciosa, algo apropiado para un vehículo con estas características con el que disfrutaremos de un gran confort de rodadura en los viajes más largos.


Este confort general, está condicionado por un esquema de suspensiones de tarado blando, que absorbe a la perfección cualquier tipo de irregularidad en el asfalto, aunque a pesar de su blandeza, el recorrido de esta amortiguación es corto, por lo que también es un punto favorable a la hora de contener ligeramente las posibles inercias del conjunto en curva.


Siendo sinceros, no es que tenga un paso por curva reseñable a alta velocidad y la tendencia natural es la de irse de morro cuando forzamos demasiado la situación (al igual que ocurre con la inmensa mayoría de los tracción delantera y sobre todo, los de carrocería SUV), pero es que este vehículo no está diseñado, ni mucho menos, para ir "a tumba abierta", sino que está diseñado para disfrutar de todos los trayectos de una manera coherente y muy confortable. No os dejéis llevar por el acabado Sport, ya que tan sólo corresponde a un acabado estético.



La dirección eléctrica es muy cómoda de usar en un ámbito ciudadano, en el cual, y a pesar de su estructura SUV, el DR4 se siente como pez en el agua, ya que su tamaño compacto de tan sólo 4,34 metros, le confiere una versatilidad de uso envidiable también en estos recorridos. Y es muy cómoda debido a su asistencia y la facilidad con la que podemos girar el volante sin esfuerzo. El único "pero" que podríamos ponerle, es que esa dirección no se endurece lo suficiente en carretera y no es del todo comunicativa, aunque a su favor; debo decir que en una conducción normalizada, es una situación a la que nos acostumbramos muy rápido.


En definitiva, el DR4 tiene muchos valores para mantenerse en un mercado voraz como es el del segmento SUV (sea de la categoría que sea). Pero los prejuicios y el desconocimiento de la marca en general, sobre todo en un mercado tradicionalista y de postureo como lo es el español, harán que la incorporación y su penetración comercial en España sea paulatina y pausada. Eso es un hecho.



No obstante; después de este primer contacto con DR, os invitamos a que conozcáis la marca de primera mano y determinéis, bajo vuestro punto de vista personal y eliminando las ideas predeterminadas, si de veras puede llegar a ser un coche y una marca que pueda colmar vuestras expectativas. Nosotros os hemos adelantado y trasladado nuestra primera experiencia de conducción con la firma italiana y podemos decir que ha sido satisfactoria. 


Con un diseño muy original, aunque un tanto arriesgado y transgresor, una versatilidad importante, una mecánica aparentemente sólida y contrastada, un equipo de serie de bandera y un confort de rodadura muy reseñable; puede convencer a muchos perfiles de cliente, generalmente padres de familia que practiquen una conducción relajada y busquen un modelo diferente, fresco, versátil y sobre todo, sincero, ya que el precio (más o menos) de partida es desde unos 19.990 Euros, muy competitivo dentro del segmento, sobre todo si tenemos en cuenta su equipo de serie.  



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