Lo demás es historia: Skoda 1100 OHC


El desarrollo del coche comenzó en la primavera de 1956 con un objetivo claro: debía continuar donde el primer y único coche de fábrica lo había dejado en la prestigiosa carrera de las 24 horas de Le Mans (1950). La construcción del Skoda 1100 OHC entró en su fase final a finales de 1957 y hoy en día, es uno de los coches clásicos más cotizados y desconocidos.


Designado dentro de la empresa como 968, el vehículo estaba destinado exclusivamente a las carreras de circuitos largos e inicialmente se construyeron dos vehículos con carrocería abierta, seguidos de dos coupés en 1959. El coche de carreras descapotable y pintado de rojo forma parte de la colección del Museo Skoda de Mladá Boleslav y es, en esencia, el coche que ocupa estas líneas.


El modelo se basaba en un bastidor de celosía hecho de tubos de acero de paredes finas soldados entre sí. Esto lo distinguía de sus predecesores, el Skoda Sport y el Supersport, que utilizaban una versión modificada del robusto chasis del modelo de producción Skoda 1101. Para conseguir la mejor maniobrabilidad posible, la carga se distribuyó de forma óptima entre ambos ejes y el embrague, la caja de cambios de cinco velocidades y la caja de transferencia se instalaron en la parte trasera, donde formaban una unidad de montaje.


El motor era una mecánica de cuatro cilindros en línea de 1.089 cm3 con 92 CV montado longitudinalmente con doble encendido y dos árboles de levas situados en la culata. Originalmente, funcionaba con combustible de aviación de alto octanaje, que se introducía en dos carburadores dobles fabricados por Jikov y, posteriormente, por el fabricante italiano WEBER.


La suspensión independiente de las ruedas también desempeñaba un papel importante; mientras que delante se montaba un eje de horquilla trapezoidal, las ruedas traseras, separadas 2.200 mm, estaban montadas en un eje oscilante con brazos de remolque. La dirección, tan precisa como directa, estaba controlada por un volante de tres radios que podía retirarse para facilitar el acceso al coche, como se hace en los F1 de la actualidad. Otro elemento progresista para finales de los años 50 era la suspensión de barra de torsión de las ruedas de radios de 15" fabricadas por el especialista Borrani.


Gracias al uso de plástico reforzado con fibra de vidrio, el coche de carreras de 3,8 metros de largo pesaba sólo 583 Kg. Esto permitía que el Skoda 1100 OHC alcanzara una velocidad máxima de entre 190 y 200 km/h, dependiendo de la relación de transmisión y una aceleración espectacular, para su escasa potencia (que era mucho para la época). La baja resistencia al aire de la carrocería también fue un factor relevante.


Por otra parte y a pesar de ser un coche de carreras, la combinación de funcionalidad y elegancia se reflejaba en los dos faros abatibles de la primera variante del modelo, que pronto tuvieron que ser sustituidos por una solución más práctica y adecuada, ya que el segundo modelo presentaba dos faros fijos montados bajo cubiertas de cristal más aerodinámicas.


Consiguió una victoria inmediata en su estreno; en el circuito municipal de Mladá Boleslav, el experimentado piloto de fábrica Miroslav Fousek ganó la carrera a finales de junio de 1958. Los pilotos de carreras Václav Bobek Sen, Václav Čížkovský, Josef Vidner y Jaroslav Bobek también se sentaron al volante en los años siguientes. Además de los eventos automovilísticos nacionales, los pilotos de la marca también cosecharon éxitos en el extranjero, a pesar de que el Skoda 1100 OHC sólo podía competir en países comunistas debido a la difícil situación política de finales de los años 50 y 60.


A los dos vehículos con carrocería abierta que se fabricaron a finales de 1957 y principios de 1958, les siguieron en 1959 dos variantes coupé más espaciosas con carrocería cerrada de chapa de aluminio. No obstante, los ingenieros consiguieron mantener el peso de los coupés en sólo 555 Kg, manteniendo la misma velocidad máxima de las variantes abiertas.


Los dos Skoda 1100 OHC de carrocería cerrada fueron destruidos en sendos accidentes durante su uso privado. Sin embargo, los expertos del taller de restauración del Museo Skoda están trabajando actualmente en la reconstrucción de uno de los coupé utilizando los componentes supervivientes, incluidos el bastidor, el chasis y el motor.


No obstante, las versiones descapotables del coche de carreras siguen intactas. El modelo del Museo participa regularmente en eventos de coches clásicos en el país y en el extranjero y el segundo vehículo es propiedad de Skoda UK y se utiliza con fines promocionales, principalmente en el Reino Unido.



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