Lo demás es historia: 90 años de Alfa Romeo 8C

Pocas veces 8 cilindros en línea han dado para tanto. Fueron situados así por el ingeniero de origen húngaro Vittorio Jano en el motor de una nueva generación de automóviles de carreras, destinados a ampliar el palmarés de Alfa Romeo durante los años 30. De esta hazaña técnica surgió el nombre 8C , con el que se bautizó, entre 1931 y 1939, a los automóviles de competición, deportivos y de alta gama propulsados por este hito de la tecnología de su época. Jano fue el artífice de un vehículo tan exitoso como el Alfa Romeo P2, vencedor del primer Campeonato Mundial de Automóviles, en 1925. Pensado inicialmente como un motor destinado a la competición, el 8C de Alfa Romeo pronto empezó a despertar interés entre los “alfistas” de la época, por lo que la marca empezó a vender chasis a particulares en 1931. Se comercializaban en dos tamaños, Lungo y Corto, que eran revestidos, siguiendo los gustos y caprichos de cada cliente, por los carroceros más reputados de la época, como Zagato, Carr