Prueba: Citroën ë-C4 X Shine


La marca francesa se ha caracterizado siempre por su diseño diferente y por innovaciones mecánicas y tecnológicas.


El Citroën C4 X que pasó por nuestras manos no tiene ninguna de esas características. Bueno sí, es un Citroën con todo lo que ello conlleva. Me parece un coche extremadamente bello, una solución impresionante en estos tiempos, una mezcla magistral de imagen, de segmentos y de tecnologías.


Adquiere motores "de verdad", en versiones diésel y gasolina (Blue-HDI y Pure Tech de hasta 131cv), aunque pasó por nuestras manos una versión totalmente eléctrica denominada ë-C4 X de 136cv, pero completamente equipada, en su versión más dotada de serie denominada Shine, con alguna que otra opción.


Es una mezcla muy interesante entre una berlina, un SUV y un compacto. Se trata, físicamente, de un C4 alargado hasta los 4,6 metros de longitud, un poco más alto, que le confiere ciertas ventajas para circular fuera del asfalto y un maletero más capaz.


Hasta los cuartos traseros es exactamente igual que cualquier C4, pero tiene un maletero más amplio que cubica hasta 510 litros. Podría ser más, pero su batería no permite que sea así. Delante nos encontramos con una imagen similar a la que nos podemos encontrar en un Citroën C4 actual, muy atractivo, con unos faros principales encastrados en el paragolpes delantero, con luz diurna en su zona lateral y una iluminación diurna situada en la parte superior, que incluyen las luces intermitentes. Las dos iluminaciones sirven de nexo de unión con el logotipo central de la marca, uno con la parte inferior del Chevrón y otro con la parte superior.


No necesita una gran parrilla frontal para refrigerar a la mecánica, ya que los motores eléctricos no necesitan esa refrigeración, así que tiene un diseño muy característico, pero bastante "limpio". En la parte inferior del paragolpes delantero observamos una especie de "defensa" de plástico duro que incluye los faros antiniebla ubicados a los extremos, "metidos" en sendas aberturas con un borde en color y en contraste, que nos indica, al primer golpe de vista, a los más avezados, saber que tipo de motorización lleva.


Bueno, han cambiado un poco, ya que antes los vehículos con algún tipo de electrificación estaban destacados con un reborde azul, igual que un segmento de los "airbumps" laterales, aunque ahora se ha convertido meramente en un recuso estético.


En el lateral nos llama la atención que está un poco más elevado respecto al suelo y la altura libre ahora es mayor, lo que redunda en su estética que quiere acercarse al mundo SUV, pero sin serlo y, obviamente, a la hora de acceder al interior hay que levantar un poco más la pierna como si fuera un SUV.


También observamos una preciosas llantas de 18", el logotipo ë en el perfil superior de la puerta delantera, para saber que es un vehículo totalmente eléctrico y una línea de carácter ascendente que culmina en la trasera del vehículo, para darle un toque dinámico, por lo menos de manera visual. El techo, obviamente desciende de una manera suave hacía la trasera para darle esa sensación de mayor magnitud.


En la zaga observamos diferencias con respecto a un Citroën C4 "normal" en cuanto a carrocería, ya que tenemos un espacio de carga diferente y más alargado. No tenemos carrocería familiar, pero sí que vemos un espacio más amplio, con un maletero saliente y diferentes grupos ópticos que le proporcionan una gran armonía de diseño al conjunto.


No parece un coche "endeble" como podríamos suponer o que, simplemente, han alargado un poco más la carrocería al compacto de la marca y ya está, no. Parece más "coche" y no solo por la longitud, sino por lo que me hacían saber dentro de mis círculos cercanos.


La trasera provocaba una nota discordante y novedosa. Además de unos nuevos grupos ópticos de tecnología LED y los nombres y logotipos específicos del modelo; nos encontramos con un reborde inferior de plástico duro a modo de protección, ya que también se quiere parecer o asemejar a un SUV auténtico (no, pero sí que es una pizca más alto) que incluían las luces de marcha atrás en una zona inferior y muy expuestas (algo que no me gustó mucho).


Y a pesar del aumento de longitud, lo que conlleva un aumento de capacidad de maletero bastante notable, teníamos una tapa de maletero, no un portón, por lo que la boca de carga nos quedaba muy angosta y estaba situada bastante elevada para acceder cómodamente o con objetos voluminosos y/o pesados. No me convencía mucho esa solución, pero eso sí, esa puerta de maletero tenía un "pliegue" a modo de alerón que favorecía la aerodinámica total del conjunto. De hecho, sólo tenía un Cx de 0,29, uno de los mejores de su categoría, a pesar del aumento evidente de tamaño y de altura.


Nos sentamos en las plazas traseras y nos encontramos con unos asientos muy confortables, que recogen muy bien nuestros cuerpos y, en nuestro caso tapizados en un material similar al cuero. Los asientos corresponden al "movimiento" Advanced Comfort, con un mullido más elaborado y un poco más grueso.


No obstante es mejor ir dos personas, ya que la plaza central, como ocurre en la mayoría de los coches, es un poco más angosta y el túnel de transmisión "molesta" un poco, a pesar de no ser tracción total o trasera. Una vez acomodados nos encontramos con un espacio similar a lo que nos podemos encontrar en un C4 "normal", sin problema en ninguna de las cotas, pero quizás, en cuanto a la altura respecto a nuestras cabezas, en las plazas laterales igual andamos un poco más "justos" debido a la nueva caída del techo hacia la zaga.

En las plazas delanteras nos reciben dos asientos cómodos revestidos en cuero, con diferentes ajustes eléctricos y calefactados, pero lo que nos encontramos ante nosotros es muy similar a lo que vimos en las últimas pruebas que hicimos a los Citroën C4 nuevos. No es nada malo, ya que el salpicadero del nuevo C4 era muy bueno, con buenos ajustes, una gran tecnología y muy ergonómico. Pero era igual. Extremadamente clónico.


El volante nos brindaba una dirección muy directa, pero bastante ligera. Eso está muy bien en entornos urbanos o a baja velocidad, pero cuando aumentamos el ritmo, no está tan bien. A pesar de que existe un pulsador en el que podemos elegir hasta tres medios de conducción, y aunque hayamos conectado el modo Sport, se limitaba tan sólo a activar un poco más al motor y a su respuesta, pero no a la dureza de la dirección y, obviamente, tampoco a la dureza de la suspensión.


Detrás de ese volante nos encontramos con una pantalla de 5" en la instrumentación que era digital. No os preocupéis porque sea una pantalla pequeña, porque nos ofrece toda la información que necesitamos de una manera muy nítida y con un tamaño de las cifras bastante grande. Hay un detalle que me gustó y además, es una solución bastante simple que hará que veamos siempre esa pantalla digital. No importan los reflejos solares como tal, ya que dispone de una iluminación detrás que hace que esos posibles reflejos no hagan mella en el cuadro de instrumentos.


De todas formas, tenemos la inestimable ayuda de un sistema Head Up Display, proyectado sobre una pantalla abatible y que nos muestra diferentes informaciones relevantes a nuestra conducción sin que tengamos que apartar la vista del parabrisas delantero.


En una posición de privilegio, en el centro del salpicadero, nos encontramos con la pantalla del equipo de infoocio de 10", táctil y con una visión también bastante importante, muy similar a lo que nos podemos encontrar en la berlina superior C5 X. Se accede bastante bien a los menús disponibles, con unos botones bastante grandes y es bastante fácil de interpretar. Desde esa pantalla podíamos acceder a las imágenes de la cámara de ayuda al aparcamiento trasera, navegador y demás gadgets, además de que es compatible con los protocolos Android Auto y AppleCar Play.


Una de las cosas que deberíamos agradecer es que los mandos del equipo de climatización eran físicos y estaban desvinculados de la pantalla, algo que se "inventaron" sus "hermanos" de Peugeot y que no convencía a nadie.


Dentro de ese habitáculo hay bastantes huecos para dejar objetos y hasta un espacio muy concreto para recargar nuestros modernos smartphones sin necesidad de cables. Entre los dos asientos existe un espacio cerrado con un panel deslizante muy práctico para dejar diferentes objetos.


Entre esos dos asientos delanteros tenemos el selector del cambio automático, pero no es una palanca de cambios al uso. Citroën se ha decantado en colocar un pulsador bastante original desde el que seleccionamos la marcha deseada en el que se incluye una posición B (Brake) con el que se magnifica la frenada regenerativa y un botón en un lado con el que podemos seleccionar los diferentes tipos de modos de conducción entre ECO, Normal y Sport.

En la posición B de la caja de cambios notamos de forma evidente una retención del conjunto bastante mayor, muy recomendable en ciudad y en puertos de montaña para que vaya regenerando la carga de la batería y estirar un poco más la autonomía total. Esa autonomía homologada es de unos 360 Km y se puede recargar en varias modalidades. Con la carga más potente, previsiblemente, se puede cargar del 0 al 80% en una media hora.


Llevábamos la edición totalmente eléctrica y la versión más dotada de serie, denominada Shine, que también estaba dotada con alguna que otra opción. Entre otras cosas tenemos climatizador bizona, navegador, modos de conducción, frenada regenerativa, techo solar eléctrico, luces de tipo LED, instrumentación digital de 5", llantas de 18", sensores de luces y lluvia, cámara de visión trasera, equipo de infoocio con pantalla táctil de 10", lector de señales de tráfico, control de crucero con limitador, detector de fatiga del conductor, alerta de cambio involuntario de carril, control de presión de neumáticos, asistente de arranque en pendiente, HUD, detector de vehículos en ángulo muerto, ordenador de viaje, acceso sin llave, arranque por botón o llamada de emergencia, entre otras muchas cosas.


El motor, como hemos dicho, es eléctrico. Genera un equivalente a 136cv con 260 Nm de par máximo instantáneo con unas prestaciones máximas de 150 Km/h de velocidad máxima autolimitada haciendo un 0-100 Km/h en 10 segundos con una autonomía total de 360 Km.


Si hablamos del esquema de suspensiones, favorecen una conducción relajada y tranquila, y absorben todo tipo de irregularidades que nos podamos encontrar en el asfalto, ya que el C4 X suma que tiene un cierto aire SUV, pero sin serlo. De todas formas, la marca francesa siempre se ha caracterizado por tener una gama de coches extremadamente cómodos.

No son coches "ratoneros" ni para hacer tramos de montaña con muchas curvas. Generalmente son vehículos muy cómodos para que los pasajeros puedan disfrutar del viaje. En el C4 X debemos sumar una imagen poderosa y diferenciadora, con todas las ventajas inherentes al compacto C4, pero con cierto aire SUV y la capacidad y habitabilidad propia de una berlina.


Su motor eléctrico nos implica realizar una conducción ciudadana sin emitir ni un gramo de CO2 a la atmósfera y sin consumir nada. Bueno sí, electricidad, pero a un precio inferior a cualquier combustible.


Es un coche extremadamente original y diferente, pero la solución del maletero y un plano más elevado para acceder al vehículo, pero sin cambiar la carrocería de compacto no me convenció en exceso. Tampoco sería un coche para mi persona, ya que no se puede aumentar el ritmo sin que la carrocería se incline de más en las curvas más cerradas y tiene una autonomía total bastante escasa para mi gusto. No me entendáis mal, es un coche muy cómodo y seguro, pero si le apretamos un poco las tuercas, debemos concentrarnos mucho más en su conducción, porque es muy "ligero" en materia de suspensiones y dirección y si aumentamos el ritmo, lo más probable es que haya un gasto superior de batería y, por lo tanto, disminuya su autonomía total.


Como valores fundamentales son su mezcla magistral entre un compacto, una berlina y un SUV de pro, una habitabilidad muy buena, una capacidad de maletero ampliada, un esquema de suspensiones blando que favorece su confort general, su gran tecnología, su ergonomía y su comodidad general. Y además, a pesar de que no soy muy partidario de los vehículos 100% eléctricos, su motor eléctrico nos permite circular libremente por las ciudades sin ningún tipo de restricción.


Datos técnicos:

Motor: Eléctrico

Potencia: 136cv

Vel Máx
: 150 Km/h

Acel 0-100: 10 seg

Consumo: 15,4 Kw/100 Km

Precio: Desde 38.100 euros (versión probada)




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