Volkswagen ID.Buzz. Claves


Probamos una versión PRO hace un tiempo y, aunque me gustó el concepto y el resonar de tiempos pasados, con un carácter simpático y muchas capacidades, su precio y su condición de vehículo eléctrico, además de pequeñas cosas, no me convencieron del increíble ID.Buzz. Bueno; me pasa algo siempre con todos los coches, aunque es una opinión subjetiva que no tiene que ser la misma que la vuestra ni os pretendo convencer. 


No obstante, la herencia, la nostalgia, el diseño y la tecnología lo justifican todo en un coche como este, que no necesita ser justificado en nada y por ser un concepto singular y único. De hecho, el eléctrico ID.Buzz mama los vientos de la saga T, ancestral y mito de la marca alemana, de la época sesentera.


Cuando pruebas un coche y tras un puñado de kilómetros solo le pones pegas al precio o la calidad de alguno de sus plásticos comparándolo con otros de mejor aspecto de la misma marca (como lo hice yo) pero, no obstante, en términos generales, el coche es bueno y si acaso es la economía del momento lo que no marcha tan bien. Esa es la sensación tras conducir el ID. Buzz de Volkswagen. O por lo menos es la sensación que me provocó a mí.  


Algunos de sus plásticos no están a la altura y su precio es alto
, pero es que el precio de los eléctricos es muy alto aún en la gran mayoría de los coches, eso es un dato y un hecho indiscutible y más los de semejante tamaño. 


Los ID. Buzz se montan sobre la plataforma modular de propulsión eléctrica del Grupo conocida como MEB
, que incluye un motor eléctrico, el módulo de potencia, la caja de cambios automática de una marcha y una poderosa batería de iones de litio. 


La batería es de 77 kWh que alimenta el motor de 204 CV con 310 Nm de par máximo instantáneo ubicado en el eje trasero, que además es el eje de tracción. Así, el 0 a 100 km/h lo cubre en 10,2 segundos y la velocidad máxima está limitada a 145 km/h. La autonomía es de hasta 418 km con un consumo medio de 20,8 kWh/100 km.


Existen 2 versiones en la actualidad, aunque llegarán más. De momento lo podemos adquirir en versión PRO, en versión monovolumen (que es el que probé) y el ID. Buzz Cargo para mercancías. A final del año próximo llegará una versión GTX, con mayor rendimiento y también versiones de siete plazas e incluso una variante con carrocería más larga.


El diseño mola y nos recuerda, mínimamente, al monovolumen de la época de Scooby Doo, pero modernizado y con un coeficiente aerodinámico de Cx 0,29. Sorprende porque estéticamente es muy cuadrado y lo lógico es pensar que es poco aerodinámico, pero lo es porque los técnicos han conseguido canalizar el aire y conseguir un índice aerodinámico que hace solo unos años habría sido el sueño de muchos deportivos.


La autonomía eléctrica es de hasta 418 km en el ID. Buzz y de 414 en la versión Cargo y la batería se puede cargar en puntos de carga de corriente alterna a 11 kW y en las estaciones de carga rápida de corriente continua a 170 kW. En este caso la carga al 80% se realiza en 30 minutos según la marca. Es posible sí, pero es mejor cargarlas en un tiempo más prolongado. 


Lo pudimos comprobar en nuestras propias carnes y podemos certificar que el ID. Buzz de cinco plazas es enorme por dentro. Con una longitud de 4,7 m y una distancia entre ejes de 2,9 m hay un enorme espacio interior, sin aristas, con suelo plano. Con cinco pasajeros el maletero ofrece 1.121 litros hasta el borde de los respaldos de la segunda fila, pero si los abatimos, el volumen de carga llega a 2.205 litros y se puede cargar hasta 529 kg. Si hablamos del ID. Buzz Cargo, que lleva tres plazas delante, tiene una capacidad de 3.900 litros y puede acoger dos europalets con una carga máxima de 648 kg.


Así serán los coches del futuro, con lo último en ayudas a la conducción, planificación, seguridad y software. Los diferentes radares y sensores que rodean el coche nos avisan de los peligros alrededor y puede detectar peatones y ciclistas para aplicar la frenada de emergencia si es necesario. 


La ID. Buzz Cargo va un poco más allá a la hora de facilitar las cosas a los trabajadores y ofrece soluciones curiosas, como el Buzz Box multifuncional; como un gran cajón en la zona superior con un rascador de hielo y un abridor de botellas (ni una gota para conducir). También y justo por delante hay un compartimento abatible de 1,4 litros para una botella de agua y también hay un cajón de cinco litros para diferentes utensilios. En los laterales de ese cajón contamos con un amplio compartimento para un ordenador y un segundo portavasos entre otras cosas.


Como indicamos en su momento, es grande y también pesado, pero es muy ágil, tanto por su condición de tracción trasera como por tener las baterías en el suelo del chasis, entre ambos ejes, lo que permite un bajo centro de gravedad y un aplomo sensacional que se percibe al volante. Un buen reparto de pesos y unos contenidos voladizos, gracias a que sus ejes están muy separados entre si, son la clave, junto a una dirección muy ágil. Gracias a esto el ID. Buzz se mueve muy bien en todo tipo de vías e incluso haciendo maniobras o en tráfico urbano.


En el momento de su lanzamiento se ofrece en dos versiones, PRO y Cargo. El ID. Buzz Cargo (para profesionales) tiene un precio de 58.200 euros mientras que el ID. Buzz PRO cuesta 63.560 euros, precio sin ayudas ni descuentos. 

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