Prueba: Audi Q7 3.0 TDI Quattro
Desde que en Audi se decidieron a comercializar su todopoderoso Q7 hace ya varios años, basado en el concepto Pikes Peak, siempre me había parecido un vehículo espectacular, pero muy aparatoso. Pero mira por donde, desde su aparición en escena también a sido un auténtico superventas para englobarse dentro de la categoría superior de los SUV de lujo y a raíz de su éxito comercial, aparecieron sus hermanos pequeños Q5 y Q3. El Q7 siempre ha destacado por su aparente enormidad visual, ya que a primer golpe de vista parecía bastante más grande que sus competidores directos BMW X5 y Mercedes GL, pero con el metro en la mano no había tantas diferencias. El gigante de la marca de los cuatro aros también destacó en su momento, por incorporar mecánicas inauditas y exclusivas, como aquel sorprendente V12 TDI que procedía directamente de los coches de competición de Le Mans, aunque nunca tuvo dentro de su gama un representante RS, ya que me daría miedo pensar que motor podían haberle